lunes, 9 de mayo de 2011

Economía de la atención

En la entrada Creencias - Ortega y Gasset terminaba diciendo "... tantos nuevos descubrimientos, en todos los campos del saber, la facilidad de acceder a una variada y rica información, todo pone en cuestión nuestras creencias, se han vuelto obsoletos los marcos referenciales que, como ciudadanos de a pie teníamos, abriendo nuevas inquietudes, promoviendo nuevas búsquedas, ..." y vale agregar ahora, descubriendo nuevos conceptos que se acuñan a partir de tanto desarrollo, abriendo nuevos enfoques de la realidad.

En este sentido, la gran cantidad de información que encontramos en internet, no toda de calidad por cierto, nos obliga a buscar aquí y allá para satisfacer nuestra necesidad, porque cada usuario tiene su propio esquema mental y percibe (o busca) información de manera diferente; en este contexto, esta claro que el valor ha dejado de estar en la capacidad de acopiar y almacenar datos, en favor de la capacidad de indexar, clasificar y transformar esos datos en información de valor, accesible y aprovechable en tiempo y forma.

El libro de David Weinberger, asegura que el exceso de información se soluciona con más información. El filtrado o intermediación son procesos que cobran fuerza en la sociedad de la información. Por eso surge por ejemplo el concepto de infomediario para suprimir la infoxicación. Infomediario, aquellas personas que indexan, clasifican y transforman los datos en información de valor.

Infoxicación, lo que el fundador de infonomía Alfonso Cornella, su creador, "define como el exceso informacional, de intoxicación informacional, en la que tienes más información de la que humanamente puedes procesar y, como consecuencia, surge la ansiedad. En inglés el término es information overload (sobrecarga informacional). Pues bien, la infoxicación es un problema de nuestra sociedad y, por tanto, también una gran fuente de oportunidades. Cuando definí el término, Google no existía. El spam era, quizás, una predicción de algún visionario al que nadie hizo caso. La situación es hoy peor de lo que podíamos imaginar."

Sin embargo, esta sobreabundancia de información abre otra mirada en el campo económico. Herbert Simon, Premio Nobel de Economía, en 1971 investiga sobre el impacto de la sobrecarga de información en las llamadas economías desarrolladas. Fue quizás la primera persona en expresar el concepto de Economía de la atención cuando escribió: "... en un mundo rico en información, la riqueza de la información significa una carencia de algo más: la escasez de lo que sea que consume la información. ¿ Qué consume la información ? es bastante obvio: consume la atención de sus destinatarios. Por tanto, una riqueza de información crea una pobreza de la atención, y la necesidad de asignar los que se preste de manera eficiente entre la sobreabundancia de fuentes de información que podría consumir."

La economía de la atención representa un cambio de paradigma en la forma de entender la comunicación humana. Esta idea surge ante la abundancia y accesibilidad de la información, dando como consecuencia, que se considere la atención humana como, un bien escaso. Así comienza su artículo Javier González de Rivera, comentando el trabajo de Michael Goldhaber: Economía de la atención, publicado en Pensamiento Imaginactivo.

Continúa diciendo, el giro conceptual consiste en considerar a la información como un sujeto que consume atención humana. En este sentido son las informaciones las que compiten por la atención humana. Sin embargo, el concepto de economía de la atención pone de manifiesto una condición estructural de la comunicación on-line: la mayor independencia del mensaje, que es separado sistemáticamente de su emisor.

Se pregunta ¿ y cómo sucede esto ?. La emancipación del mensaje se produce siempre que éste se transmite a través de un soporte externo. Así, el mensaje se convierte en un producto y el emisor en un autor.

En la comunicación on-line todos los mensajes se transmiten por soporte informático, por lo tanto comunicar es crear o generar texto, a la espera de que otros lo consuman. Es decir que su atención se fije en nuestro contenido.

Para ser más gráficos, podemos decir que el autor imprime sus ideas (que están vivas dentro de él) en el mensaje que crea, y estas ideas se reaniman cuando otra conciencia absorbe ese mensaje. Este es el mecanismo de la comunicación mediada por el mensaje.

El concepto de economía de la atención se refiere al momento en que los mensajes están a espera de ser reanimados por la conciencia de los receptores. En todo caso, una vez creado, el mensaje se manifiesta de forma independiente y por eso, la información es tomada como sujeto que compite por el acceso a la atención humana.

En el trabajo de Javier Velilla, Economía de la atencióm: la abundancia de la información da lugar a la pobreza de la atención, cita un artículo publicado en First Monday (Primer Lunes) en el año 1997, "La economía de la atención en la Red" de Michael Goldhaber, para decir que lo deja impresionado la frase final: "El dinero no puede comprar la atención".

Y continúa diciendo: Es evidente que la digitalización de la mayoría de los procesos comunicativos que se realizan en las sociedades, provoca un crecimiento exponencial de los datos, que deben ser asimilados, clasificados, comparados y monitorizados. Es una tarea cada vez más ardua que provoca que la atención sea uno de los bienes más escasos en este nuevo paradigma.

Retomando la idea de Michael Goldhaber, expuesta en La economía de la atención, vale apuntar que en su artículo va más lejos, al colocar la atención en la base de las necesidades humanas. Todo el mundo necesita que le presten atención para sobrevivir. La atención es una fuerza conductora que permite lograr efectos en los demás.

Es por eso que todos los actores económicos compiten por la atención del público, tanto si es por satisfacción personal como por interés económico. Para concluir diciendo: en la era digital se puede pensar en el paso de una economía basada en el intercambio de dinero, a una economía basada en el intercambio de atención.

Es un innovador enfoque de la economía ¿ no ?. La incidencia de internet en nuestra cotidianidad y el escaso tiempo del que disponemos, necesariamente nos lleva a prestar atención a aquellos sitios donde las cosas se presentan de un modo simple, claro y ameno. En realidad no es sólo escasez de tiempo, es también la multiplicidad de medios que disponemos para comunicarnos lo que provoca que nuestra atención se disperse fácilmente.

Internet no es un gran almacén, es todo el almacén. La información es miscelánea, compuesta de cosas distintas, o de géneros diferentes e inconexos mezclados o unidos. Atraer la atención de las audiencias, cultivar su confianza, generar interés continuado y convencer es la estrategia adecuada en este mundo de la sobreabundancia de información.

Ya en el año 2003, el economista Josef Falkinger dijo: la atención "es el prerrequisito de toda transacción económica", si lo uno a lo propuesto por Michael Goldhaber, tiene sentido el imaginar una nueva economía, La economía de la atención.


2 comentarios:

bibliotecaria dijo...

Mabel, precisamente, el Infomediario, "aquellas personas que indexan, clasifican y transforman los datos en información de valor", es la tarea del bibliotecólogo, bibliotecónomo, profesional de la información, mentores de la información, informaker, entre muchos otros sinónimos con que se conoce al bibliotecario de hoy.
Muy buenos tus post,y mucho valor tienen por ser la redacción de tu autoría.
Felicitaciones

Mabel dijo...

Gracias Bibliotecaria, me gusta compartir conocimiento de forma amena, para que el adquirirlo se transforme en un juego de curiosidad y gozo.