lunes, 27 de diciembre de 2010

Días de niñez en el campo

Refería en esta entrada que la educación hoy se orienta a las competencias básicas, pretendiendo adaptarla a la economía, es decir, formando alumnos sumisos que más adelante se convertirán en trabajadores sumisos, que se adapten a cualquier exigencia de la empresa, y pienso que diferente era allá y entonces.

En la entrada anterior hable de mis abuelos paternos, personas muy presentes en mi niñez ya que cada quince días, días más días menos, la familia acostumbraba visitar.


En el año 1956 se desató una epidemia de polio en la Argentina, afectó a varios niños en el pueblo donde vivíamos, ante el temor del contagio y como medida de precaución, a mi hermana y a mi nos llevaron al campo de aquellos abuelos. Cuánto espacio para jugar y descubrir, ... los pájaros, las plantas, andar en sulky, comer las frutas de los árboles.


En la quietud de la noche se escuchaba el golpeteo de las cubiertas de los camiones sobre el camino asfaltado, también a determinadas horas se podía escuchar el pitar de un tren y el rechinar de las ruedas sobre los rieles, allá lejos.

Recuerdo por las mañanas el mate cocido con galleta de desayuno, en la cocina grande, una mesa larga que por un lado tenía un banco tan largo como ella y por el resto de los lados sillas de paja, la cocina económica, que además de cocer los alimentos servía para calefaccionar el ambiente.

El campo de los abuelos se transformó en un lugar divertido, excitante, plagado de aventuras, descubrimientos y mucho afecto de aquellos seres que en el ocaso de sus vidas esas niñas le devolvían risas, inocencia, ternura y actividad física extra, invitándolos también a volverse medio aventureros, medio exploradores y repartidores de besos y abrazos, ante cada ocurrencia de las pequeñas.

Decía al comienzo de esta nota, que allá y entonces se vivía diferente, todos teníamos actividades que nos permitían aprender en el contacto directo con el hacer, nada de verlo por televisión o por internet, se desarrollaba la imaginación para habitar mundos extraordinarios.

Los adelantos tecnológicos permiten acceder a mucho conocimiento, sin embargo, en la niñez se tiene que priorizar el explorar y descubrir el entorno, experimentar en él, para luego sí investigar: cómo se llama esto o aquello, por qué sucede esto o aquello ...

Dejar que la escuela forme a nuestros niños no es buena idea, según entiendo, tenemos que ocuparnos por despertar en ellos la curiosidad por casi todo y ayudarlos a desarrollar un pensamiento crítico.






miércoles, 22 de diciembre de 2010

La muerte - Aprehendiendo su significado

Hablaba en la entrada anterior de la casa de mi niñez, allí viví hasta los siete años, y me gusta referirme al patio de aquella casa como « El patio de mi infancia », porque en los años primeros los condicionamientos culturales aún no hacen mella, una es toda frescura e inocencia. Hubo dos patios más en mi infancia, pero hablaré de ellos en otras historias.

Lo que voy a relatar es parte de mi infancia, sin embargo, como era muy pequeña y la memoria puede resultar infiel, elijo hacerlo en tercera persona, es decir, contarlo como la historia de una niña cualquiera, ... aceptando que es la suma de mis recuerdos y los relatos de otros, tamizado seguramente por mi subjetividad.

En aquel patio de la infancia había un pinino, era un gallo pequeñito, ignoro cómo fue a parar allí, lo que sí puede decirse es que era parte de la "patota" que habitaba aquel patio: su hermana, las amigas, el perro Toto, ... y otros ... roedores indeseables, arañas y los etcéteras pertinentes, que llegaban con la leña que se utilizaba para calentar el horno de la panadería.

Cuando la niña tenía cuatro o cinco años, la familia aún no había atravesado la pérdida de un ser querido, fue entonces que vivió su primer contacto con la muerte, una joven mujer muere, la que vivía en la casa pegada a la suya, vio a sus padres ir allí inmediatamente, para colaborar en lo que se pudiera y ella por detrás claro. Vio a la difunta aún tendida en la cama, el alboroto que se produjo, la llegada de otros vecinos que se sumaban quizás conmovidos por la juventud de la mujer muerta, seguramente por solidaridad para con sus deudos, fue un hecho nuevo e inquietante.

Otra ocasión en que escucho hablar de la muerte fue sobre un primo de su padre, era aviador, de esos que hacen acrobacias, decían que haciendo un tirabuzón perdió el control de la avioneta y se precipitó a tierra, decían también - murió haciendo lo que amaba -, para ella fue sólo un relato de algo que pasó lejos. Pero al año siguiente de aquellos relatos fueron hasta el lugar donde vivían aquellos familiares, por el funeral claro, algo que antes era de uso y costumbre, ahora no sé si es tan frecuente. El funeral implicaba un conjunto de cosas: primero el rezo de una misa con la familia y amigos del difunto, luego llevar unas flores al cementerio, finalmente despedidas, promesas de encontrarse más seguido, abrazos, besos ... hasta el próximo encuentro; así supo que a los muertos se los enterraba, que se colocaban cruces, ...

Todos estos relatos vienen a cuento porque un día el pinino se murió, y como era de esperarse se le hizo un entierro como manda la tradición: un hueco en un costado del patio, al lado del muro medianero, cruz de madera en un extremo y sobre el montículo de tierra, el día del entierro, unas cuantas flores. Por muchos días el montículo de tierra recordaba al pinino, con el tiempo el montículo fue dejando de ser montículo y en la memoria de aquella niña fue desapareciendo también, el recuerdo del pinino, de algún modo la ausencia se apaciguó con la existencia del montículo, luego los juegos, las risas, ... la vida, reclamaron su atención.

La muerte de su perro fue bien diferente, aquel año fue de vacaciones con sus padres, su hermana y sus abuelos paternos, por lo que hubo que llevar a Toto al campo de los abuelos. Un hermano de su padre vivía con esos abuelos y lo cuidaría hasta el regreso de las vacaciones.

Después de quince días de paseo por Córdoba, provincia ubicada en el centro de la Argentina, poblada de sierras y villas enclavadas en medio de estupendos paisajes, volvieron a la casa. A la semana o poco más, vino de visitas aquel tío que había quedado al cuidado del campo ... y del Toto.

Mientras estaban de sobre mesa, la conversación de los adultos derivó en las novedades del pueblo, ( del que era oriunda la familia paterna y donde estaba el campo ), que fulano había comprado esto, que mengano se había casado, ... y así siguió la cosa hasta que en un momento dado, el tío pregunta: - ¿ a que no saben quien murió ? -, a lo que sus padres contestaron negativamente, con ese cierto tono como si al decir no preguntaran: ¿ quién ?, entonces el tío dijo las palabras menos esperadas - el Toto -, la niña no dijo nada, se levantó, caminó hasta la silla donde estaba su madre, se paro detrás y comenzó a llorar, ... se hizo un silencio denso, al momento comprendieron sus sentimientos, no sabiendo que decir sólo atinaron a preguntar porque lloraba, ... profundamente conmovida por la noticia, sólo pudo decir - yo que tanto lo quería -, ( frase que quedó en el anecdotario familiar ), ... trataron de consolarla, era difícil, pero su tío le hizo saber que el Toto atacaba las gallinas del vecino, ella sabía que el Toto era garronero, tenía visos de verdad lo que decía su tío, ... y continuo: - el vecino enojado le tiró con una escopeta, pero cuando lo traje, lo enterré al lado de la tranquera, cuando vayas al campo de los abuelos podrás visitar su tumba -, y aunque parezca extraño, estuvo triste muchos días, pero encontró consuelo en eso de ir a visitarlo a su tumba, quizás lo asoció con la muerte del pinino, no lo sé, lo cierto es que entre juegos y quehaceres el tiempo paso y con él vinieron nuevas cosas, ... la vida que empuja.


Sin embargo, a partir de entonces, y por mucho tiempo, cada vez que iba al campo de sus abuelos, con su hermana atravesaban el campo, ataviadas con ropa de tíos, porque se producían para hacerlo, iban hasta la tranquera, distante unas diez cuadras, y al lado de la tranquera, donde su tío dijo que estaba enterrado Toto, dejaban flores arrancadas en el trayecto. Fueron muchas las visitas a aquel lugar sagrado para sus afectos, hoy lo recuerda como parte de las vivencias de aquella infancia alegre y despreocupada, cuando iban al campo de sus abuelos.



lunes, 20 de diciembre de 2010

Navidad, Año Nuevo - Mi vivencia

Esta época del año es especialmente alegre y festiva para mi. Desde siempre, desde comienzos de diciembre hasta después de Reyes mi casa paterna se llenaba de colores, risas y familia.

Cuando tenía tres meses de vida mis padres compraron una panadería, estaba al costado de la casa, de modo tal que una puerta comunicaba con el salón de ventas y en la parte posterior del salón estaba la cuadra.


La cuadra es el recinto donde se elabora el pan, allí estaban las maquinarias (amasadora, sobadora, batidora, panificadora, ...), el horno, el torno ( mesa grande donde se trabaja la masa, se estiban los bizcochos, ...) las tablas, los tendillos, las palas ( para introducir el pan en el horno, que cuando se usaban, se acomodaban, en una estructura construida delante de la puerta del horno, a una altura aproximada al metro noventa) y finalmente, adyacente al horno, se encontraba la estufa, recinto pequeño donde se coloca el pan para que eleve. En el patio, una galería recorría la parte posterior de la casa y continuaba por uno de los laterales de la cuadra, formando una L.

Al comenzar diciembre se comenzaba a elaborar Pan Dulce, que en aquellos años, la cobertura superior se hacía pintándolos con huevo ( para imprimirle brillo ) sobre el que se espolvoreaban grageas de colores, las de entonces eran diminutas bolitas de colores, no como ahora que tienen forma de bastoncitos.

Para cocinarlos se llenaba el molde metálico con el bollo de masa, previo introducir unos papeles en mantecados para impedir que se pegue a ellos, de modo que una vez cocidos había que dejarlos enfriar unas horas para sacarlo de los moldes. Esas horas se colocaban en tablas, apiladas hasta una altura de metro ochenta, de modo que la galería se llenaba de multitud de colores.


Cumplo años a mediados de diciembre, cuando entonces me preguntaban cuando cumplía los años respondía: - para el tiempo de los Pan Dulce - imagino que tanta invasión de color emocionaba gratamente a aquella niña, seguramente, como niña que era, pensaba que eso se debía a su cumpleaños, los niños siempre se sienten el centro del mundo. Cómo no tener entonces esta sensación de Bien Estar, cómo olvidar tantos colores en la casa, esa sensación de estar de fiesta más de un mes, porque después se continuaba con las Fiestas, regalos en Noche Buena, brindis, la casa se llenaba de gente, tíos, primos, ... había música, que se reproducía en toca disco, como se llamaba entonces, boleros, tangos, pasodoble, vals, ... comidas, risas, juegos, cohetes, cañitas voladoras que pintaban el cielo de colores ... cómo no amar estos días alrededor de las Fiestas, cómo no tener necesidad de compartir, reir, jugar, bailar, ...

Las cosas cambian, la elaboración del pan ya no es igual, los agregados químicos, la manera de trabajar la masa, los hornos eléctricos, ... hacen que el pan tenga otro gusto, y no es sólo una opinión personal, otros opinan lo mismo, encontré estos vídeos, realizados por un grupo de estudiantes del Colegio Calasanz, subidos por Julián Profeta. El grupo 1 de taller de vídeo, en el año 2007 hizo este Documental, dividido en dos partes, con actuales panaderos que conservan la forma artesanal o tradicional de elaborar el pan, podrás apreciar las diferencias dónde están y además hacen una pequeña reseña histórica de cómo se introdujo la panadería en la Argentina.



La segunda parte, elaborada por el mismo Grupo 1 de taller de vídeo del Colegio Calasanz de Buenos Aires, Argentina, en el año 2007.



Las Fiestas son un motivo para celebrar la vida, para invocar a los que ya no están físicamente con nosotros, pero que siguen estando en nuestros corazones, recordar los momentos compartidos y agradecer el haberlos conocido.

Si aprendemos de los niños a apreciar las cosas simples, pasar horas observando cómo los pájaros construyen sus nidos, o una puesta de sol, o escuchar el agua correr, ... cuanto más creativos y plenos nos sentiremos. Es cuestión de darse permiso para parar y disfrutar de cada momento, de cada encuentro, para volvernos más afables, más compasivos, ... y cuánto más próximos estaremos de nuestros seres más próximos.




Felices Fiestas y que sea próspero el Año Nuevo, ... que sea PLENO. Un año más sí, pero como digo siempre, - pero estamos aquí para contarlo, ... que no es poco -.

Felicidades



miércoles, 15 de diciembre de 2010

Niños talentosos

Terminaba la entrada anterior proponiendo que los niños sean protagonistas de sus propias vidas y la celebren, pero hay niños excepcionales, nacen con un don que uno no puede menos que ayudarlos a cultivar, desarrollar, sin perder de vista que son niños.

Aquí te traigo esta niña de cuatro años que canta acompañándose con el piano, juega con las teclas, uno sólo procurará conseguir los maestros que los orienten en la técnica, en la elección de las melodías que mejor se adapte a su edad.


Ahora veamos a esta niña de cinco años, realmente parece increíble para los que como yo en estos rubros somos normalitos, normalitos, ella lo haga tan simple ... admirable.



Y este joven talento, con que gracia, con que pasión toca el ukelele, interpretando un tema de The Beatles, Obladi Oblada realmente encantador.


Por último, quiero sorprenderte con esta niña de tres años, un talento con gran potencial.



Más allá de la admiración que todos ellos me despiertan quiero, para terminar esta entrada, decir que deseo que no olvidemos que son "pequeños" genios musicales, hago votos para que sus padres lo tengan presente, son niños y habrá que procurar el mayor disfrute en esta etapa de sus vida, si su pasión es la música y desean más que otra cosa estar con el instrumento que eligieron, pues adelante, será un juego para ellos, sin embargo, no se tendría que volver una obligación permanente el mostrar su talento, ... habrá tiempo para hacerlo.



martes, 14 de diciembre de 2010

Educación en competencias básicas

Leía un artículo que realmente me asombró, aunque viendo lo que sucede con la educación en estos días, me temo que tiene mucho de cierto. Según el artículo, la educación impartida en las escuela se orienta a las competencias básicas, que nació en una Cumbre económica celebrada en Lisboa, donde lo que pretenden, y están consiguiendo, es adaptar la educación a la economía, formando alumnos sumisos que más adelante se convertirán en trabajadores sumisos, que se adaptarán a cualquier exigencia de la empresa.

Lo malo de todo esto es que la sociedad se vuelve sumisa a cualquier propuesta bien armada desde los medios de comunicación masivos, imponiendo ideas o productos, que en manos de inescrupulosos puede ser un gran negocio, porque lleva a gastar y gastar, ... porque todo el mundo lo tiene, o porque todo el mundo lo hace.

No hace mucho, y en parte por la ignorancia sobre holografía, se promocionaba una pulsera plástica que tenía un holograma, y decían: - mejora la vida incluso de personas enfermas, gracias a las frecuencias naturales creadas por el holograma -, sumado a ello una gran promoción en los medios, como aquí puedes ver.


Fue un éxito en ventas, se puede inferir que la nueva religión mundial es la economía, perdemos poco a poco el sentido crítico y singular que cada uno tenemos, para aportar al crecimiento social, espiritual ... poco a poco entramos en el « Efecto de la rana ».

Si arrojas una rana en un cubo con agua hirviendo, ésta salta inmediatamente, pero si metes una rana en un cubo de agua a temperatura ambiente y lo calientas poco a poco hasta que el agua hierve, la rana muere sin capacidad de reacción. Pues lo mismo pasa con la sociedad, poco a poco nos van moldeando a su antojo.

Te contaré una historia personal, porque tengo la creencia que antes a los niños se los condicionaba menos. Desde muy pequeña mostré interés por la naturaleza, los mecanismos, por entender como funcionaban las cosas. Para reyes de mis cuatro o cinco años me regalaron un autito a cuerda, de chapa claro (en la década del cincuenta no existía el plástico, ni la goma para la fabricación de juguetes), y mirando hacia atrás tengo que agradecer a la vida los padres que me tocaron, porque no se preguntaron si era un regalo para una niña o no, sabían que tenían una hija singular y la amaban, que más agregar, Bien por ellos ! ... y por mi !, a eso le llamo criar a una niña sin estereotipos.

Decía que me regalaron un coche que se conformaba con dos partes, la carrocería por arriba, la base con las ruedas y el sistema de la cuerda, por debajo. El chasis tenía unas pequeñas aletas que se introducían en unos agujeritos que había en la base, una vez pasadas las aletas por esos agujeritos se doblaban y quedaba armado.

Al rato de haberlo recibido ya lo había desarmado, cuando mi madre vio el coche en dos partes me preguntó que había pasado, entonces dicen que muy suelta contesté - yo quería saber que era eso de la cuerda, como funcionaba - y agregue, - no te preocupes, puedo volver a armarlo - y con cuidado enhebre las aletas por los agujeritos, las doble y Voile ! otra vez estaba el auto entero. Como nota quiero agregar que aquel auto era como el de la foto, sólo que en color azul.

Creo que cosas simples como estas, permiten descubrir el mundo que nos rodea, fomenta la imaginación, crear mundos, historias, juegos, ... y no esperar que otros moldeen los sueños de nuestros niños.

Hoy vía internet o los medios de comunicación, sabemos que pasa en cualquier parte del mundo, minuto a minuto, aunque este del otro lado del globo, y muchas veces perdemos de vista las pequeñas situaciones cotidianas que nos hacen bien tanto emocional como espiritualmente.

Para no caer en el «Efecto de la rana» propongo entonces, acrecentar en los niños las actividades simples, ... observar cómo los pájaros hacen sus nidos, las hormigas cargando hojas mucho más grande que ellas, como aparecen y crecen los brotes en las plantas, y se desarrollan, la aparición de las hojas, apreciar el colorido de las flores ... También los objetos en desuso pueden transformarse en excelentes medios para ver al desarmarlos cómo son por dentro, que los hace funcionar ...

Es igualmente valioso pasar un buen rato del día escuchando música, cantando. Propongo en fin, que los niños se conviertan en PROTAGONISTAS de sus propias vidas y la celebren.



domingo, 12 de diciembre de 2010

El entorno puede ayudar a desarrollarnos

Historia de vida extraordinaria, decía en la entrada anterior cuando refería la de Jessica Cox, joven sin brazos que alcanzó más de lo que pudo imaginar. Decía allí que los límites para lo que queremos alcanzar sólo existe en nuestra cabeza, en nuestros pensamientos.

Cuando somos capaces de imaginar algo para nosotros, si trabajamos con entusiasmo, si dedicamos tiempo y le ponemos pasión ... nada impide alcanzarlo, ... y a veces el resultado puede ser exquisito y conmovedor, para nosotros mismos y para los demás.

Las palabras nunca alcanzan para describir belleza, admiración, ... mira el siguiente vídeo y dime si puedo con palabras describir los sentimientos que movilizan esta pareja de baile. A ella le falta un brazo, a él una pierna, y sin embargo que exquisita danza han dejado aquí.


Oí alguna vez algo así - cuando estés indeciso ante un nuevo desafío que te plantea la vida, tirate desde lo alto de tu ignorancia y veras cómo mientras caes despliegas tus alas - si pretendemos tener todas las respuestas nunca iremos a ninguna parte, las respuestas se encuentran andando y además, descubrimos quienes somos mientras lo hacemos.

lunes, 6 de diciembre de 2010

El entorno y las preferencias

Cuando andaba por mi adolescencia, quizás porque de niña oí hablar sobre un pariente lejano que realizaba vuelos en avioneta, que por cierto, en una acrobacia de tirabuzón perdió la vida, o por alguna otra razón que no recuerdo, ambicionaba aprender a pilotear avionetas, me preocupaba el hecho de que soy miope, me preguntaba que pasaría con los exámenes psicofísicos, pero ese deseo estaba allí, no era muy importante, pero allí estaba.

Era habitual en mi familia, cuando había fiestas en el aeródromo local, ir a ver a los paracaidistas, los vuelos de bautismo, se pasaba un día de campo, mientras observábamos los diferentes números que ofrecía el espectáculo, pero nunca había subido a una avioneta.

Por mis veintitantos, en uno de esos festivales en el aeroclub, me anote para tomar un vuelo de bautismo, recuerdo que en el viaje además del piloto íbamos cuatro pasajeros, uno al lado del piloto y los tres restantes en el asiento trasero, apretados claro porque es un lugar para dos personas, pero bueno nos subieron a tres, y ahora recuerdo que también llevaba en brazos a una de mis sobrinas, de unos cuatro añitos.

El vuelo partió, siempre había tenido la curiosidad de cómo se vería la ciudad, los campos ... desde el aire, y lo vi, pero que sensación de vulnerabilidad, de estar a merced de que el piloto no cometiera errores, que la parte mecánica funcionara correctamente, de que el viento ... en fin que sentí miedo, literalmente miedo, recuerdo que por un momento pensé - si nos desplomamos yo me cuelgo del caño que sostiene el ala -, absurdo ... claro, pero con estos pensamientos entretenía mi mente para calmar la ansiedad que tenía allá arriba.

Este vídeo ilustra un poco lo que se ve allá arriba y cómo es el interior de una de estas avionetas, esta es un cessna.


Después de aquel vuelo supe que ya no deseaba aprender a volar avionetas, no me interesó aprender cómo funcionaban los comandos, sobre la velocidad y orientación de los vientos, y un largo etcétera que implica esta disciplina, fue sólo una pasión platónica con la aviación, la vivencia puso en perspectiva mis deseos versus la sensación que atravesé.

Cuando tenía unos dos o tres añitos vivía en un pueblo pequeño, mayoritariamente de gente trabajadora de una fábrica textil, mis padres tenían un comercio y los días eran monótonos y semejantes, salvo cuando pasaba algo extraordinario, o sea fuera de lo rutinario, como lo fue el aterrizaje de un helicóptero, todos los que estaban en sus casas salieron hacia allá, el rumor se corrió y mi hermana, de unos cuatro o cinco años allá fue también, siguiendo el alboroto, quedó como anégdota que llegó y se subió al helicóptero, como si nada, pero eso no tuvo impacto en mi, ya que nunca se me ocurrió querer volar en helicóptero. Pero veamos un pequeño vídeo de estos aparatos, es moderno, algo diferente al de allá y entonces, más pequeño, con una sola hélice, pero útil para mostrar como son.


Todas las vivencias que uno atraviesa, sobre todo en la niñez y / o adolescencia, van despertando en nosotros deseos, fantasías, ilusiones, que van determinando gustos, elecciones, ... y poco a poco nos encaminamos por un sendero que va dibujando un trayecto de logros y frustraciones, avances y estancamientos, vamos reconociéndonos durante la travesía, quienes somos frente al triunfo, frente al fracaso, qué desafíos estamos dispuestos a proponernos y cuales dejamos pasar, y por qué.

Todo esto va conformando nuestro carácter, nuestras certezas, nuestras búsquedas existenciales, aprendemos del valor de compartir, de la compasión, del hacer con otros, del hacer de otros ... Quiero aquí traerte una historia que me llegó vía mail y que vale conocer porque Jessica Cox merece admiración y respeto, inspira para seguir adelante pese a todo, y es una muestra inequívoca que el límite es algo que nosotros mismos construimos, con nuestras creencias y prejuicios, que sostenemos por costumbre o miedo, pero que al mismo tiempo coartan nuestra libertad de ser, obstaculizan el brindar lo mejor de nosotros mismos.

Jessica Cox es una veinteañera que tiene el título de Psicóloga, cinturón negro en Taekwondo, licencia de conducir, es una brillante motivadora y además, tiene licencia de piloto de avionetas, te preguntarás y porque tanta bulla, pues Jessica, por una extraña enfermedad congénita nació sin sus dos brazos, sin embargo, su condición no fue impedimento, ya que con sus dos fuertes piernas hizo y sigue haciendo lo que nadie imaginó podría hacer.


Esta historia de vida extraordinaria, muestra que los límites existen en nuestra cabeza, si somos capaces de imaginar algo, con trabajo, esfuerzo y tiempo ... podremos alcanzarlo. En el siguiente vídeo puedes verla en acción.


Nada detiene al que esta determinado a lograr materializar sus sueños.



jueves, 2 de diciembre de 2010

El entorno - Otro elemento

Refería en la entrada anterior, que aprendemos por aquellas cosas que llaman nuestra atención, distraemos horas por el placer de apropiarnos de un saber, por adquirir una habilidad, una destreza, y las cosas que llaman nuestra atención, claro esta, depende no sólo por el lugar que ocupamos en nuestras familias, en la sociedad a la que pertenecemos, también el entorno geográfico puede resultar determinante en nuestro quehacer diario.

Hoy quiero hablarte de estos expertos que gozan de la adrenalina extrema, son profesionales entrenados, con trajes alados y el resto tiene que ver con la física, en otras palabras con la gravedad, seguramente la mayoría se crió en un entorno montañoso y desde niños aprendieron a respetarla y al mismo tiempo tratar de conocerla y desafiarla, por que no.

En el siguiente vídeo verás a Jokke, con traje aéreo (wingsuit) modelo Vampire 3, luego pasa Dominik que lleva un traje Phantom 2 y el tercero en pasar es Johnny que lleva un modelo Vampire 2.


El vídeo fue realizado en la curva de la carretera Trollstigen (la escalera del Troll) en Noruega, su inclinación y sus once curvas de 180º la convierte en un lugar especial.

El principio fundamental de estos trajes es retener el aire, el saltador Miles Daisher explica cómo funciona uno de los trajes aéreos (wingsuits) con los que practican el salto BASE. El traje tiene tres alas (las de los brazos y una más grande en las piernas), está hecho de nylon y contiene unas pequeñas canalizaciones que permiten circular el aire y aumentar la resistencia a la caída. Les permite desplazarse en una proporción de 3 a 1, es decir, recorrer hacia delante tres veces más distancia que hacia abajo, pura física.

Ahora podrás apreciar los trajes con más detalle al tiempo que veras otros vuelos que da vértigo de sólo verlos dejarse caer de esos acantilados.


Por último verás una recopilación de los mejores vuelos de los saltadores de Phoenix-Fly, entre 2009 y 2010.



También son capaces de volar en formación y componer figuras en el aire.

Si quieres ampliar información referida a los hombres voladores puedes visitar Fogonazos, un sitio del periodista Antonio Martínez Ron.