jueves, 30 de junio de 2011

Energía - Diferentes manifestaciones 2

Según sea el proceso, la energía recibe distintas denominaciones, ya referí a la energía térmica y la energía eléctrica en la entrada anterior, ahora toca ver las restantes.

La Energía Radiante es la que poseen las ondas electromagnéticas, como la luz visible, las ondas de radio, los rayos ultravioleta (UV), los rayos infrarrojos (IR), etcétera. La característica principal de este tipo de energía es que se puede propagar en el vacío, sin necesidad de soporte material alguno. Se transmite por unidades llamadas fotones. Por ejemplo, la energía que proporciona el Sol y que nos llega a la Tierra en forma de luz y calor.

La energía radiante es una cantidad objetiva que depende sólo de la intensidad de luz y del color de la luz. La intensidad de hecho está relacionada con el número de fotones por unidad de tiempo que inciden en una superficie y el color está relacionado con la longitud de onda o frecuencia de la luz incidente.

La energía radiante o energía electromagnética se encuentra asociada a las ondas electromagnéticas. Es un tipo de energía muy empleada en nuestras sociedades. Como ya dije, la luz y el calor del Sol, las ondas de radio y televisión, los rayos X, o las ondas del horno de microondas, entre otras muchas, son ondas electromagnéticas.

La Energía Química es la que se produce en las reacciones químicas. Es la que posee el carbón y se manifiesta al quemarlo, una pila o una batería poseen este tipo de energía, un encendedor mediante la combustión del butano.

La energía química es uno de los aspectos de la energía interna de un cuerpo y, aunque se encuentra siempre en la materia, sólo se nos muestra cuando se produce una alteración íntima de ésta. En la actualidad, la energía química es la que mueve los automóviles, los buques y los aviones y, en general, millones de máquinas.

Tanto la combustión del carbón, de la leña o del petróleo, en las máquinas de vapor, como la de los derivados del petróleo en el estrecho y reducido espacio de los cilindros de un motor de explosión, constituyen reacciones químicas. El carbón y la gasolina gasificada se combinan con el oxígeno del aire, reaccionan con él y se transforman suave y lentamente, en el caso del carbón, o instantánea y rápidamente, en el caso de la gasolina, dentro de los cilindros de los motores.

La Energía Nuclear es la energía almacenada el el núcleo de los átomos y que se libera en las reacciones nucleares de fisión y de fusión.

La Fisión Nuclear consiste en la fragmentación de un núcleo "pesado" (con muchos protones y neutrones) en otros dos núcleos de aproximadamente la misma masa, al tiempo que se liberan varios neutrones. Los neutrones que se desprenden en la fisión pueden romper otros núcleos y desencadenar nueva fisiones en las que se liberan otros neutrones que vuelven a repetir el proceso y así sucesivamente, este proceso se llama reacción en cadena.

En la utilización de la energía nuclear, los neutrones desempeñan un papel fundamental. La mayoría de los elementos no son "puros", sino mezclas de átomos llamados isótopos. Los isótopos de un elemento presentan un número de neutrones distinto del que posee el átomo común. Sólo su peso los diferencia de este.

El Uranio, por otra parte, tiene un isótopo que posée menos neutrones que el átomo común del elemento. Este isótopo no es estable, y se desintegra con relativa facilidad. Un núcleo atómico no estable, tiende a dividirse y separarse, formando núcleos atómicos de elementos estables más ligeros. La masa sumada de los núcleos resultantes no alcanza a la del núcleo original fisionado, ya que esta diferencia se ha convertido en energía.

En el proceso de fisión nuclear, los elementos utilizados son uranio o plutonio. El núcleo al romperse en dos núcleos de elementos más ligeros de la tabla periódica, desprenden un número determinado de neutrones y energía. Estos neutrones emitidos pueden servir para fisionar nuevos núcleos, con lo que se origina una reacción en cadena, como ya dije, y este hecho resulta útil para un arma nuclear, pero, que hay que controlar en una central nuclear para que no ocurra ningún tipo de accidente. En las centrales nucleares, el combustible es principalmente uranio, y se aprovecha el calor generado al romper o fisionar los átomos de uranio 235.

La Fusión Nuclear en cambio, consiste en la unión de varios núcleos "ligeros" (con pocos neutrones y protones) para formar otro más "pesado" y estable, con gran desprendimiento de energía. Para que los núcleos ligeros se unan, hay que vencer las fuerzas de repulsión que hay entre ellos. Por eso, para iniciar este proceso hay que suministrar energía (estos procesos se suelen producir a temperaturas muy elevadas, de millones de °C, como en las estrellas).

En el proceso de Fusión Nuclear, dos isótopos (átomos con los mismos protones pero distintos neutrones) del Hidrógeno, unen sus núcleos formando un átomo de Helio, desprendiendo un neutrón y una gran cantidad de energía. , ya que, la suma de la masa del Helio y del neutrón es menor que la del deuterio más la del tritio.

Esta diferencia de masa se transforma en energía según la ecuación. La energía del Sol se debe a fusiones nucleares.

La energía nuclear de fusión, hoy por hoy, no es viable para generar electricidad. No habrá posibilidad de levantar centrales nucleares de fusión, por lo menos hasta mediados del presente siglo. Sin embargo, la fusión nuclear es un recurso energético potencial a gran escala, que puede ser muy útil para cubrir la crisis energética actual y el esperado aumento de demanda.Entre sus ventajas cuenta con que los combustibles primarios son abundantes, no radioactivos y repartidos geográficamente de manera uniforme.

Te invito a ver el siguiente vídeo donde muestra de que trata la energía nuclear.


En síntesis se puede decir que la energía se encuentra en constante transformación, pasando de unas formas a otras. La energía siempre pasa de formas más útiles a formas menos útiles.

Por ejemplo, en un volcán la energía interna de las rocas fundidas puede transformarse en energía térmica produciendo gran cantidad de calor, las piedras lanzadas al aire y la lava en movimiento poseen energía mecánica, se produce la combustión de muchos materiales, liberando energía química, etcétera.

Otro ejemplo son los procesos de la digestión de alimentos, aunque es un asunto complicado, se puede decir que se realiza una transformación de la energía química localizada en los alimentos a energía térmica para mantener el cuerpo caliente y energía mecánica para que el cuerpo realice trabajo moviendo las diferentes partes del mismo como un todo.

Hay también alguna transformación en energía eléctrica y otros tipos de energía química que permiten establecer comunicación entre las diferentes partes del cuerpo y facilita la función del sistema nervioso. Aquí de nuevo se involucra transferencia y transformación. Todos los procesos biológicos a través del dominio de los seres vivientes pueden ser interpretados en términos del concepto de energía.

El Principio de conservación de la energía indica que la energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma de unas formas en otras. En estas transformaciones, la energía total permanece constante, es decir, la energía total es la misma antes y después de cada transformación.

Unas formas de energías pueden transformarse en otras. En estas transformaciones la energía se degrada, pierde calidad. En toda transformación, parte de la energía se convierte en calor o energía calórica.

Cualquier tipo de energía puede transformarse íntegramente en calor, pero, éste no puede transformarse íntegramente en otro tipo de energía. Se dice entonces, que el calor es una forma degradada de energía. Son ejemplos: la energía eléctrica, al pasar por una resistencia - la energía química, en la combustión de alguna sustancia - la energía mecánica, por choque o rozamiento.

Por tanto, se define el rendimiento como la relación (en %) entre la energía útil obtenida y la energía aportada en una transformación.

Pues bien, ya tenemos una mirada, aunque muy acotada, de lo que encierra el término energía, puedes ampliarlo recurriendo a Wikipedia, o este sitio, o este otro, a ellos recurrí para conformar esta entrada, entre otros.


martes, 28 de junio de 2011

Energía - Diferentes manifestaciones

La energía es una propiedad asociada a los objetos y sustancias, se manifiesta en las transformaciones que ocurren en la naturaleza, tal como dije en la anterior entrada. La energía puede manifestarse de diferentes maneras: en forma de movimiento (cinética), de posición (potencial), ya mostradas, conformando la energía mecánica, pero también de calor, de electricidad, de radiaciones electromagnéticas, etcétera.

Según sea el proceso, la energía se denomina: 1.- Energía Térmica, 2.- Energía Eléctrica, 3.- Energía Radiante, 4.- Energía Química, 5.- Energía Nuclear, veamos cada una de ellas.

La Energía Térmica se debe al movimiento de las partículas que constituyen la materia. Un cuerpo a baja temperatura tendrá menos energía térmica que otro, que esté a mayor temperatura. Cuando dos cuerpos, a diferentes temperaturas, se ponen en contacto, el caliente comunica energía al frío. El tipo de energía que se cede de un cuerpo a otro, como consecuencia de una diferencia de temperaturas, es lo que se llama energía térmica.


Si observáramos un trozo de metal, a nivel de sus moléculas, veríamos que éstas están unas junto a otras vibrando, mientras que si observamos un gas, las moléculas se mueven ocupando todo el recipiente que las contiene, o dicho en otras palabras, las moléculas tienen energía cinética o energía de movimiento.

Cuando dos cuerpos se ponen en contacto se produce una cesión de energía a nivel molecular. El cuerpo de mayor temperatura poseerá moléculas con mayor energía cinética, que podrán ceder a las del cuerpo de menor temperatura, del mismo modo que una bola rápida que choca con una lenta, la acelera; este tránsito de energía mecánica microscópica, cuyo efecto conjunto es el calor, se mantendrá en tanto aquéllas no se igualen.

Según el enfoque característico de la teoría cinético-molecular, la energía térmica de un cuerpo es la energía resultante de sumar, todas las energías mecánicas asociadas a los movimientos de las diferentes partículas que lo componen.

Se trata de una magnitud que no se puede medir en términos absolutos, pero es posible, sin embargo, determinar sus variaciones. La cantidad de energía térmica que un cuerpo pierde o gana en contacto con otro, a diferente temperatura, recibe el nombre de calor. El calor constituye, por tanto, una medida de la energía térmica puesta en juego en los fenómenos caloríficos.

La Energía Eléctrica es causada por el movimiento de las cargas eléctricas en el interior de los materiales conductores. Esta energía produce, fundamentalmente, tres efectos: luminoso, térmico y magnético. Por ejemplo, la transportada por la corriente eléctrica en nuestras casas y que se manifiesta al encender una lámpara.

Los humanos tenemos una relación íntima con la electricidad, hasta el punto de que es virtualmente imposible separar nuestras vidas de ella, incluso en el rincón más solitario del mundo, la electricidad existe. Si no es un rayo producido por una tormentosa nube o una chispa de electricidad estática al tocar algo. Entonces puede ser la que se recorre nuestro cuerpo a través del sistema nervioso, haciendo que nuestro cerebro funcione y podamos movernos.

No fue hasta el año 1897, que los científicos descubrieron la existencia de los electrones – y aquí es donde comienza la electricidad. Como ya mostré, la materia se compone de átomos. Si divides algo en partes lo suficientemente pequeño conseguirás un núcleo orbitando con uno o más electrones, cada uno con una carga negativa.

En muchos materiales, los electrones están fuertemente atados a los átomos. La madera, el cristal, el plástico, la cerámica, el aire, etcétera – son ejemplos de materiales donde los electrones se pegan con sus átomos. Al no poder moverse los electrones, estos materiales no pueden conducir la electricidad demasiado bien, o en absoluto. Estos materiales son aislantes eléctricos.

Sin embargo, muchos metales tienen electrones que pueden separarse de sus átomos y moverse alrededor. Se llaman electrones libres, y pueden hacer que la electricidad fluya fácilmente por sus materiales, por lo que se llaman conductores eléctricos. Pueden conducir la electricidad.

Los electrones en movimiento transmiten la energía eléctrica de un punto a otro. Sea como sea, la electricidad necesita un conductor para moverse. También se necesita algo para que la electricidad fluya de un punto a otro a través de dicho conductor. Una de las maneras de hacerlo es usando un generador.

Si mueves un imán hacia un clip de papel metálico, forzarás a los electrones dentro del clip a que se muevan. De forma similar, si permites a los electrones que se muevan por un cable metálico, un campo magnético se formará alrededor del cable.

Hay un enlace definitivo entre el fenómeno de la electricidad y el magnetismo. Un generador de electricidad es simplemente un dispositivo que mueve un imán cerca de un cable para crear una afluencia de electrones.

Una manera simple de pensar en un generador, es imaginarlo como una bomba empujando agua a través de un conducto. Sin embargo, en lugar de empujar agua, un generador usa un imán para empujar electrones por el conducto.

Entonces, lo que conocemos como corriente eléctrica no es otra cosa que la circulación de cargas o electrones a través de un circuito eléctrico cerrado, que se mueve siempre del polo negativo al polo positivo de la fuente de suministro de fuerza electromotriz (FEM) o generador.

La corriente alterna se diferencia de la directa en que cambia su sentido de circulación periódicamente y por tanto, su polaridad. Esto ocurre tantas veces como frecuencia en hertz (Hz) tenga esa corriente . A la corriente directa (C.D.) también se le llama "corriente continua" (C.C.).

Al descubrirse los electrones como parte integrante de los átomos y principal componente de las cargas eléctricas, se descubrió también que las cargas eléctricas que proporciona una fuente de FEM (Fuerza Electromotriz), se mueven del signo negativo (–) hacia el positivo (+), de acuerdo con la ley física de que "cargas distintas se atraen y cargas iguales se rechazan".

Para que una corriente eléctrica circule por un circuito es necesario que se disponga de tres factores fundamentales:

- Una fuente de fuerza electromotriz (FEM) como, por ejemplo, una batería, un generador o cualquier otro dispositivo capaz de bombear o poner en movimiento las cargas eléctricas negativas cuando se cierre el circuito eléctrico.

- Un camino que permita a los electrones fluir, ininterrumpidamente, desde el polo negativo de la fuente de suministro de energía eléctrica hasta el polo positivo de la propia fuente. En la práctica ese camino lo constituye el conductor o cable metálico, generalmente de cobre.

- Una carga o consumidor conectada al circuito que ofrezca resistencia al paso de la corriente eléctrica. Se entiende como carga cualquier dispositivo que para funcionar consuma energía eléctrica como, por ejemplo, una bombilla o lámpara para alumbrado, el motor de cualquier equipo, una resistencia que produzca calor (calefacción, cocina, secador de pelo, etc.), un televisor o cualquier otro equipo electrodoméstico o industrial que funcione con corriente eléctrica.

Cuando las cargas eléctricas circulan normalmente por un circuito, sin encontrar en su camino nada que interrumpa el libre flujo de los electrones, decimos que estamos ante un “circuito eléctrico cerrado”. Si, por el contrario, la circulación de la corriente de electrones se interrumpe por cualquier motivo y la carga conectada deja de recibir corriente, estaremos ante un “circuito eléctrico abierto”. Por norma general todos los circuitos eléctricos se pueden abrir o cerrar a voluntad utilizando un interruptor que se instala en el camino de la corriente eléctrica en el propio circuito.

La intensidad del flujo de los electrones de una corriente eléctrica, que circula por un circuito cerrado, depende fundamentalmente de la tensión o voltaje (V) que se aplique y de la resistencia (R) en ohm que ofrezca al paso de esa corriente, la carga o consumidor conectado al circuito.

Si una carga ofrece poca resistencia al paso de la corriente, la cantidad de electrones que circulen por el circuito será mayor en comparación con otra carga que ofrezca mayor resistencia y obstaculice más el paso de los electrones.

La intensidad de la corriente eléctrica se designa con la letra ( I ) y su unidad de medida en el Sistema Internacional ( SI ) es el ampere (llamado también “amperio”), que se identifica con la letra ( A ).

De acuerdo con la Ley de Ohm, la corriente eléctrica en ampere ( A ) que circula por un circuito está estrechamente relacionada con el voltaje o tensión ( V ) y la resistencia en ohm () de la carga o consumidor conectado al circuito.

En la práctica, los dos tipos de corrientes eléctricas más comunes son: corriente directa (CD) o continua y corriente alterna (CA). La corriente directa circula siempre en un solo sentido, es decir, del polo negativo al positivo de la fuente de fuerza electromotriz (FEM) que la suministra. Esa corriente mantiene siempre fija su polaridad, como es el caso de las pilas, baterías y dinamos.

La corriente alterna (C.A.) se diferencia de la directa en que cambia su sentido de circulación periódicamente y, por tanto, su polaridad. Esto ocurre tantas veces como frecuencia en hertz (Hz) tenga esa corriente . A la corriente directa (C.D.) también se le llama "corriente continua" (C.C.).

La corriente alterna es el tipo de corriente más empleado en la industria y es también la que consumimos en nuestros hogares. La corriente alterna de uso doméstico e industrial cambia su polaridad o sentido de circulación 50 ó 60 veces por segundo, según el país de que se trate. Esto se conoce como frecuencia de la corriente alterna.

Para conformar esta entrada consulte Wikipedia, el sitio de monografías, también este sitio, entre otros.


lunes, 27 de junio de 2011

Energía - Trabajo - Potencia

He transitado el camino de las ciencias, desde Newton hasta nuestros días, y sin embargo no he referido a aquello que es esencial a la vida, la energía. Si miramos a nuestro derredor vemos que las plantas crecen, los animales se trasladan y las máquinas y herramientas realizan las más variadas tareas. Todas estas actividades tienen en común que precisan de la energía.


La energía es una propiedad asociada a los objetos y sustancias, y se manifiesta en las transformaciones que ocurren en la naturaleza. La energía se manifiesta en los cambios físicos, por ejemplo, al elevar un objeto, transportarlo, deformarlo o calentarlo. La energía también esta presente en los cambios químicos, como al quemar un trozo de madera o en la descomposición del agua mediante la corriente eléctrica.

El término energía entonces, tiene diversas acepciones y definiciones, relacionadas con la idea de una capacidad para obrar, transformar o poner en movimiento. En física se define como la capacidad para realizar un trabajo. En tecnología o economía, energía se refiere a un recurso natural para extraerlo, transformarlo, y luego darle un uso industrial o económico.

La energía es sólo una magnitud escalar que se asigna al estado del sistema físico, es decir, la energía es una herramienta o abstracción matemática de una propiedad de los sistemas físicos. Por ejemplo, un sistema con energía cinética nula indica que ese sistema esta en reposo.

En síntesis la energía es una magnitud física que se presenta bajo diversas formas, por tanto, todo cuerpo es capaz de poseer energía, y esto es gracias a su movimiento, o a su composición química, a su posición, a su temperatura, a su masa y / o a algunas otras propiedades.

En las diversas disciplinas de la física y la ciencia, se dan varias definiciones de energía, todas coherentes y complementarias entre sí, todas ellas relacionadas con el concepto de trabajo. En el Sistema Internacional, la unidad de medida de la energía se denomina Joule o Julio y se indica con la letra J.

Si la energía es la capacidad para realizar un trabajo, entonces se dice que el trabajo es una de las formas de transmisión de energía entre los cuerpos. Para realizar un trabajo es preciso ejercer una fuerza, sobre un cuerpo, y que éste se desplace.

El trabajo (se indica con la letra W) de una fuerza, en la dirección del movimiento (Fx), se obtiene multiplicándola por el desplazamiento (s) del cuerpo. Es decir: W = Fx . s . Por tanto, el trabajo se mide en Joule (J), o sea, Newton (N) unidad de medida de las fuerzas, por metros (m) unidad de medida del desplazamiento. Matemáticamente J = N.m

Otro concepto que es necesario apuntar aquí es el de potencia. La potencia (P) es la relación entre el trabajo realizado, y el tiempo (t) empleado. Se mide en watios (w) en el Sistema Internacional, o sea, se gasta un watio de potencia, cuando se realiza un joule de trabajo, en un segundo. La potencia mide la rapidez con que se efectúa un trabajo, es decir, la rapidez con que tiene lugar la transferencia de energía, desde un cuerpo a otro. P = W / t

Supón que quieres subir una carga, escaleras arriba, si lo haces lentamente o corriendo no importa, el trabajo es el mismo, sólo te sentirás más descansado, si lo haces despacio, y probablemente te sientas agotado, si lo haces corriendo. Esto acontece porque has realizado el mismo trabajo en menos tiempo; en otras palabras, al emplear menos tiempo necesitarás mayor potencia.

La energía mecánica es la energía que se debe a la posición y al movimiento de un cuerpo, es decir, la que poseen los cuerpos por el hecho de moverse o de encontrarse desplazados de su posición de equilibrio. Puede ser de dos tipos: Energía cinética y Energía potencial (gravitatoria y elástica).


La energía cinética (Ec) se define como la energía asociada al movimiento, depende de la masa m y la velocidad v, con lo cual, un cuerpo de masa m que lleva una velocidad v posee energía. Esta resulta de multiplicar: la mitad de la masa por el cuadrado de la velocidad.

Veamos, la rapidez esta elevada al cuadrado, de modo que si se duplica la rapidez de un objeto (v = 2), su energía cinética se cuadruplica (22 = 4). Esto significa que, se requiere un trabajo cuatro veces mayor, para duplicar la velocidad de un objeto; también significa, que se requiere un trabajo cuatro veces mayor, para detener el objeto.

Por otra parte, la energía potencial (Ep) se define como la energía determinada por la posición de un cuerpo. Esta energía depende de la altura y el peso del cuerpo, con lo cual, un cuerpo de masa m, situado a una altura h (asumiendo que se encuentra en el planeta, por lo que existe aceleración gravitacional) posee energía.


Debido a que esta energía depende de la posición del cuerpo, con respecto al centro del planeta, se la llama energía potencial gravitacional, y se debe a la posición elevada de un objeto, por ejemplo, el agua, en un tanque elevado, tiene energía potencial gravitacional. La cantidad de energía potencial gravitacional que posee un objeto elevado es igual al trabajo realizado, contra la gravedad, para llevarlo a esa posición.


A su vez hay tres tipos de energía potencial:
- La energía potencial elástica, la que posee un muelle o resorte estirado o comprimido,
- La energía potencial química, la que posee un combustible, capaz de liberar calor y
- La energía potencial eléctrica, la que posee un condensador cargado, capaz de encender una lámpara.

La energía química de los combustibles, es energía potencial ya que es, de hecho, energía de posición a la escala microscópica. Esta energía se hace disponible, cuando se alteran las posiciones de las cargas eléctricas que están dentro y alrededor de las moléculas, es decir, cuando ocurre un cambio químico.

Toda sustancia capaz de realizar trabajo por acción química posee energía potencial. Hay energía potencial en los combustibles fósiles, en las baterías eléctricas y en los alimentos que se ingieren.

En algunas ocasiones, un cuerpo puede tener ambas energías (cinética y potencial), por ejemplo, una piedra al caer de lo alto de un edificio. Tiene energía potencial porque tiene peso y esta a una altura, al pasar los segundos, la irá perdiendo al ir disminuyendo la altura, y ganará en energía cinética, porque al caer lleva velocidad, que irá aumentando gracias a la aceleración de la gravedad.

La energía cinética y la energía potencial se transforman entre sí, su suma se denomina energía mecánica, y en determinadas condiciones permanece constante. Si no hay rozamiento, la energía mecánica siempre se conserva, es decir, ni se crea ni se destruye.

Si hay rozamiento, la energía mecánica varía, se pierde energía mecánica con la aparición de energía térmica, provocada por el rozamiento.

Para finalizar dejo algunos casos de La tecnología asociada con la energía mecánica:

Energía hidráulica, se deja caer agua y se aprovecha la energía potencial obtenida. Se utiliza para generar energía eléctrica.

Energía eólica, producida por los vientos, generados en la atmósfera terrestre. También se utiliza para generar energía eléctrica, entre otros aprovechamientos.

Energía mareomotriz, producto del movimiento de las mareas y las olas del mar. Se transforma en energía eléctrica.

La energía puede manifestarse de diferentes maneras: en forma de movimiento (cinética), de posición (potencial), de calor, de electricidad, de radiaciones electromagnéticas, etcétera, pero ese será tema de otra entrada.

Esta entrada la conformé con datos extraídos de Wikipedia.


jueves, 23 de junio de 2011

El entorno, las coincidencias y los sueños

Decía en Las ciencias - Un camino "Desde aquello que llama nuestra atención, quizás desde muy pequeños, se perfila un camino de elecciones ..." y hoy, a cuento de aquello, quiero compartir una entrevista exquisita - por las cosas que invita a reflexionar del día a día -, por lo simple y profundo de la visión del mundo y de las cosas de un joven Tuareg, Moussa Ag Assarid.


Nació alrededor de 1975, en un campamento nómade entre Tombuctú y Gao, al norte de Malí, África Occidental, y claro, los papeles no existen allí, de lo cual se desprende que esta fecha sea aproximada.

Moussa Ag Assarid es el mayor de una familia de trece hijos. Alrededor de sus trece años se topó con "El Principito" de Saint Exupéry, que le da el deseo de ir a la escuela para aprender a leer.

La historia se cuenta así, él era pastor de los camellos, cabras, corderos y vacas de su padre. En la década de los noventa, pasó por el campamento el rally París-Dakar, a una periodista del evento se le cayó un libro de la mochila, según sus palabras: "Lo recogí y se lo dí. Me lo regaló y me habló de aquel libro: El Principito. Y yo me prometí que un día sería capaz de leerlo ..."

Lo extraordinario de este hecho, en su vida, fue que lo llevó a convencer a su padre que le permitiera ir a la escuela. Cosa que logró y eso significó que, casi todos los días caminara 15 kilómetros para ir allí, hasta que un maestro le dejo una cama para dormir, y una señora le daba de comer al pasar ante su casa. Dice de esto: "Entendí que mi madre estaba ayudándome ..."

Cave acotar que a comienzos de la década de los noventa, la zona atravesó una gran sequía, donde murieron animales y las personas enfermaron gravemente ... su madre murió en aquella oportunidad.

Después de la escolarización en Ansongo continuó sus estudios en Bamako, la capital, donde participa de eventos estudiantiles de su secundaria y gana una beca para estudiar en Francia, en Angers, (1999). Estudió administración en la Universidad de Angers y la Universidad de Montpellier 1.

El siguiente es un fragmento de la entrevista que le hiciera Victor M. Amela, a mediados del año 2009, donde habla de su primer libro "En el desierto no hay atascos", donde las anécdotas y comentarios que cuenta, como la cama del hotel, tan grande que podrían dormir en ella todos los niños de su jaima, el milagro del agua que sale de los grifos ("¡Todos los días de mi vida”, reflexiona el autor, “habían consistido en buscar agua! Cuando veo las fuentes que adornan vuestras ciudades, todavía me duelen"), la magia de las escaleras mecánicas y las puertas automáticas... son a un tiempo divertidos y enternecedores, y además muy lúcidos, sin ocultar a veces la decepción por cosas como la falta de tiempo y de calor humano. Su texto, siempre impregnado por su cultura y por su arte de vivir nómada, constituye para los occidentales una ocasión de sonreír pensando en nosotros mismos. Te invito a leerla:

Moussa Ag Assarid: No sé mi edad: nací en el desierto del Sahara, sin papeles…!

Nací en un campamento nómada tuareg entre Tombuctú y Gao, al norte de Mali. He sido pastor de los camellos, cabras, corderos y vacas de mi padre. Hoy estudio Gestión en la Universidad Montpellier. Estoy soltero. Defiendo a los pastores tuareg. Soy musulmán, sin fanatismo.

Victor Amela: ¡Qué turbante tan hermoso…!

- Es una fina tela de algodón: permite tapar la cara en el desierto cuando se levanta arena, y a la vez seguir viendo y respirando a su través.

- Es de un azul bellísimo…

- A los tuareg nos llamaban los hombres azules por esto: la tela destiñe algo y nuestra piel toma tintes azulados…

- ¿Cómo elaboran ese intenso azul añil?

- Con una planta llamada índigo, mezclada con otros pigmentos naturales. El azul, para los tuareg, es el color del mundo.

- ¿Por qué?

- Es el color dominante: el del cielo, el techo de nuestra casa.

- ¿Quiénes son los tuareg?

- Tuareg significa “abandonados”, porque somos un viejo pueblo nómada del desierto, solitario, orgulloso: “Señores del Desierto”, nos llaman. Nuestra etnia es la amazigh (bereber), y nuestro alfabeto, el tifinagh.

- ¿Cuántos son?

- Unos tres millones, y la mayoría todavía nómadas. Pero la población decrece… “¡Hace falta que un pueblo desaparezca para que sepamos que existía!”, denunciaba una vez un sabio: yo lucho por preservar este pueblo.

- ¿A qué se dedican?

- Pastoreamos rebaños de camellos, cabras, corderos, vacas y asnos en un reino de infinito y de silencio…

- ¿De verdad tan silencioso es el desierto?

- Si estás a solas en aquel silencio, oyes el latido de tu propio corazón. No hay mejor lugar para hallarse a uno mismo.

- ¿Qué recuerdos de su niñez en el desierto conserva con mayor nitidez?

- Me despierto con el sol. Ahí están las cabras de mi padre. Ellas nos dan leche y carne, nosotros las llevamos a donde hay agua y hierba… Así hizo mi bisabuelo, y mi abuelo, y mi padre… Y yo. ¡No había otra cosa en el mundo más que eso, y yo era muy feliz en él!

- ¿Sí? No parece muy estimulante...

- Mucho. A los siete años ya te dejan alejarte del campamento, para lo que te enseñan las cosas importantes: a olisquear el aire, escuchar, aguzar la vista, orientarte por el sol y las estrellas… Y a dejarte llevar por el camello, si te pierdes: te llevará a donde hay agua.

- Saber eso es valioso, sin duda…

- Allí todo es simple y profundo. Hay muy pocas cosas, ¡y cada una tiene enorme valor!

- Entonces este mundo y aquél son muy diferentes, ¿no?

- Allí, cada pequeña cosa proporciona felicidad. Cada roce es valioso. ¡Sentimos una enorme alegría por el simple hecho de tocarnos, de estar juntos! Allí nadie sueña con llegar a ser, ¡porque cada uno ya es!

- ¿Qué es lo que más le chocó en su primer viaje a Europa?

- Vi correr a la gente por el aeropuerto.. . ¡En el desierto sólo se corre si viene una tormenta de arena! Me asusté, claro…

- Sólo iban a buscar las maletas, ja, ja…

- Sí, era eso. También vi carteles de chicas desnudas: ¿por qué esa falta de respeto hacia la mujer?, me pregunté… Después, en el hotel Ibis, vi el primer grifo de mi vida: vi correr el agua… y sentí ganas de llorar.

- Qué abundancia, qué derroche, ¿no?

- ¡Todos los días de mi vida habían consistido en buscar agua! Cuando veo las fuentes de adorno aquí y allá, aún sigo sintiendo dentro un dolor tan inmenso…

- ¿Tanto como eso?

- Sí. A principios de los 90 hubo una gran sequía, murieron los animales, caímos enfermos… Yo tendría unos doce años, y mi madre murió… ¡Ella lo era todo para mí! Me contaba historias y me enseñó a contarlas bien. Me enseñó a ser yo mismo.

- ¿Qué pasó con su familia?

- Convencí a mi padre de que me dejase ir a la escuela. Casi cada día yo caminaba quince kilómetros. Hasta que el maestro me dejó una cama para dormir, y una señora me daba de comer al pasar ante su casa… Entendí: mi madre estaba ayudándome…

- ¿De dónde salió esa pasión por la escuela?

- De que un par de años antes había pasado por el campamento el rally París-Dakar, y a una periodista se le cayó un libro de la mochila. Lo recogí y se lo di. Me lo regaló y me habló de aquel libro: El Principito. Y yo me prometí que un día sería capaz de leerlo…

- Y lo logró.

- Sí. Y así fue como logré una beca para estudiar en Francia.

- ¡Un tuareg en la universidad. ..!

- Ah, lo que más añoro aquí es la leche de camella… Y el fuego de leña. Y caminar descalzo sobre la arena cálida. Y las estrellas: allí las miramos cada noche, y cada estrella es distinta de otra, como es distinta cada cabra… Aquí, por la noche, miráis la tele.

- Sí… ¿Qué es lo que peor le parece de aquí?

- Tenéis de todo, pero no os basta. Os quejáis. ¡En Francia se pasan la vida quejándose! Os encadenáis de por vida a un banco, y hay ansia de poseer, frenesí, prisa… En el desierto no hay atascos, ¿y sabe por qué? ¡Porque allí nadie quiere adelantar a nadie!

- Reláteme un momento de felicidad intensa en su lejano desierto.

- Es cada día, dos horas antes de la puesta del sol: baja el calor, y el frío no ha llegado, y hombres y animales regresan lentamente al campamento y sus perfiles se recortan en un cielo rosa, azul, rojo, amarillo, verde…

- Fascinante, desde luego…

- Es un momento mágico… Entramos todos en la tienda y hervimos té. Sentados, en silencio, escuchamos el hervor… La calma nos invade a todos: los latidos del corazón se acompasan al pot-pot del hervor…

- Qué paz…

- Aquí tenéis reloj, allí tenemos tiempo.

En el siguiente vídeo puedes ver a Moussa contando la anécdota del libro "El Principito".



La última frase del reportaje es una invitación a reflexionar, en medio de nuestro estrés diario y de lo disparatada y tecnológica que suele ser nuestra vida, es posible vivir más plenamente y en armonía con el Universo, si atesoramos cada momento vivido, cada momento compartido ...



lunes, 20 de junio de 2011

Creencias - Que matan

Ya dije en entradas anteriores, que se entiende por creencia: es el firme asentimiento y conformidad con algo. Es la idea que se considera verdadera y a la que se da completo crédito como cierta, pero a veces las creencias nos enferman.

Voy a referir aquí a las epidemias imaginarias, a las que los antropólogos han bautizado como síndromes culturales, término que engloba a aquellas enfermedades, propias de determinados grupos étnicos, que en realidad no presentan más síntomas ni otra aparente causa, que las propias creencias de quienes las padecen.

Cave decir que el concepto síndromes culturales es en realidad controvertido, y muchos psicólogos, médicos y antropologistas lo rechazan como concepto y término. Se puede decir que se caracterizan por lo siguiente:

1.- Está categorizado como enfermedad por dicha cultura y no como un comportamiento voluntario o una falsa representación.
2.- La cultura conoce bien los síntomas e incluso el tratamiento.
3.- Es completamente extraño e ignorado en otras culturas.
4.- No existe una causa bioquímica u orgánica demostrada.
5.- La enfermedad es tratada por la medicina natural de la misma cultura.

Estos síndromes culturales dan luz sobre cómo la mente humana decide que los síntomas están conectados, y las maneras en que esa sociedad determinada decide, qué es una enfermedad.

Veamos algunos. La Histeria ártica es una condición exclusiva que aparece en los esquimales que viven en el Círculo Polar Ártico. Los síntomas pueden incluir: comportamiento de gritos o salvajes sin control, insensibilidad al frio (como correr desnudos en la nieve), depresión, coprofagia (consumo de heces), entre otros, que suelen padecer los Inuits. Los esquimales de Canadá se llaman a sí mismos Inuits, que significa "el pueblo".

La Niebla Cerebral es el cansancio mental que se encuentra casi exclusivamente en el Oeste de África, y sobre todo en varones. Se manifiesta como depresión, dificultad para recordar palabras conocidas, función mental inusualmente baja, confusión, falta de memoria y dificultad para concentrarse.

El Hwabyeong o Hwabyung es un síndrome de ira relacionado con la cultura de Corea, literalmente sería "enfermedad ira" o "enfermedad de fuego". Los síntomas parecen simbolizar la naturaleza del fuego (ira) y su supresión y / o liberación.

Según explican los pacientes, la ira reactiva, como consecuencia de ser víctimas de una situación injusta, debe ser borrada, por no poner en peligro la armonía familiar o las relaciones sociales. Sin embargo, si la situación de injusticia continúa, la rabia contenida "se acumula y se hace más densa", y finalmente causa enfermedad.

Los mecanismos de defensa relacionados a Hwabyung se encontró en la represión, la inhibición, la retirada, la somatización y el consumo oral. Se manifiesta como una, o más de una amplia gama de síntomas físicos, en respuesta a problemas emocionales, como el estrés de las relaciones interpersonales problemáticas, o crisis de la vida.

Este término parece haber sido moldeado por la socio-cultura coreana, a través de experiencias de la historia. Es difícil la traducción del coreano, pero se refiere a un estado de ánimo del individuo, cuando sus deseos son bloqueados por las fuerzas sociales injustas.

Muchos coreanos con Hwabyung sienten que son víctimas de la agresión social crónica. La fuente más común de estos sentimientos de victimización es una relación tensa, como la que hay entre un ama de casa y la madre de su marido.

Otras fuentes incluyen las diversas formas de injusticia social, incluyendo la represión, la violencia, la privación, la discriminación, la explotación, la pobreza, juicios injustos, el fracaso en los negocios, la traición o la estafa.

Con mayor frecuencia padecen este síndrome mujeres de mediana edad, entre los 40 y 50 años (la menopausia), que tienen menos educación, provienen de un menor nivel socio-económico y viven en zonas rurales.

Estas personas suelen vivir en familias tradicionales, que hacen hincapié en el valor de los hombres, al tiempo que la mujer es devaluada. "Virtud de una mujer es tener mala suerte en silencio y tristeza al mismo tiempo, y mantener la armonía".

Esto ha sido reforzado con largos períodos de guerra y ocupación (Corea del Norte / Corea del Sur), junto con una estricta jerarquía de la cultura tradicional coreana, que ha puesto una enorme carga sobre estas mujeres, que siguen teniendo impacto en su vida diaria.

En síntesis, se cree que es causada por una acumulación de ira no resuelta, que perturba los cinco elementos del cuerpo. La causa desencadenante son los acontecimientos externos, sobre todo intra-familiar de estrés tales como la infidelidad conyugal y los conflictos con los suegros.

Debido al énfasis cultural en la armonía familiar y la paz, expresar su ira no es aceptable, por lo que la ira se suprime básicamente en sí misma, a través del tiempo. Claro que esto trae consigo síntomas tales como: suspiros, sensación de pesadez en el pecho, insomnio, sofocos, bochornos frío y visión borrosa. También pueden demostrar típicos síntomas neuróticos como ansiedad, depresión, trastornos obsesivo-compulsivos, así como la anorexia, paranoia o miedo, distracciones o irritabilidad.

En Occidente, los médicos probablemente lo diagnostiquen como un tipo de estrés o depresión. Sin embargo, Hwabyeong es un término psicológico tradicional, utilizado para referirse a una condición caracterizada por el sufrimiento pasivo.

La Enfermedad del Espíritu, es otro síndrome cultural, es característico de las tribus norteamericanas. Algunos nativos americanos o tribus creen que es causada por la asociación con los muertos o moribundos. Sus síntomas incluyen debilidad general, pérdida del apetito, sensación de asfixia, recurrentes pesadillas, trastornos del sueño, ansiedad y un amplio sentimiento de terror, la sensación de estar en peligro. La enfermedad se atribuye a fantasmas o en ocasiones a brujas o brujería.

El Mal de Ojo es una creencia popular supersticiosa, según la cual, una persona tiene la capacidad de producir mal a otra persona, sólo con mirarla. Se dice del afectado que "esta ojeado". Como proceso puede venir dado de manera voluntaria o involuntaria, y es, según la creencia popular, efecto de la envidia o admiración del emisor, que a través de su mirada provoca un mal en el admirado. En algunas culturas orientales se cree, también, que las personas con ojos claros tienen mayor poder para el mal de ojo.

Los síntomas, según la creencia popular, es que produce cansancio, adormecimiento o pesadez, que termina enfermando gravemente a su "víctima". Puede darse una tristeza profunda y ganas de llorar.

Recuerdo de niña, en mi casa se decía que cuando la tía Xx venia de visitas, cuando mi hermana era aún hija única, ésta la ojeaba, provocando que la niña llorara toda la noche y nadie podía descansar. Sin embargo, siempre creí que mi padre remarcaba ese hecho como veraz porque no le gustaba mucho esa hermana de mi madre, en fin, historia de familia.

Volviendo al tema, también se puede sospechar del mal de ojo, si algún objeto favorito o querido de la "víctima" sufre algún daño inesperado, sin causa previa específica, o si el daño surge de la nada.

Popularmente, se han buscado diferentes remedios para este mal, sin embargo, se suele dejar en manos de "curanderos", que realizan diferentes rituales. También se suelen usar una variedad de protecciones, como ponerle un objeto llamativo, como una cinta roja, al envidiado o afectado, a fin de atraer su mirada lejos del observado, o colgar amuletos que sirven como escudo al mal.

Estos son algunos de los síndromes culturales, que en base a creencias aceptadas por el grupo social que las adopta, son asumidas como enfermedades, sin embargo, constituyen somatizaciones de situaciones psíquicas sin resolver, o por mejor decir, constituyen salidas fallidas a circunstancias vitales.

De todos modos, hay casos en que la sola mención de una enfermedad grave puede desencadenar la muerte del paciente. La revista New Scientist documentaba el caso de Sam Shoeman, a quien, en los años setenta, le fue diagnosticado un cáncer de hígado, que le dejaba pocos meses de vida.

Al cabo de unas semanas el paciente empeoro y murió, pero la autopsia reveló que los médicos se habían equivocado: el tumor era muy pequeño y no se había extendido. De algún modo, como dice la revista, Shoeman no había muerto de cáncer, sino de saber que tenía cáncer.

El efecto nocebo es conocido por los médicos, que a menudo notan cómo los pacientes refieren molestias, antes incluso, de haber comenzado el tratamiento. En medicina nocebo es una reacción o respuesta con efectos dañinos, desagradables o indeseables, que se manifiestan en un sujeto, después de recibir una inerte droga simulada o placebo.

Es una respuesta no generada químicamente sino, únicamente, porque el sujeto tiene creencias pesimistas o expectativas de que la droga inerte le producirán consecuencias negativas. En cambio un placebo es una farsa, o una intervención médica simulada.

Como comentario final vale decir, "queda mucho por saber sobre el impacto de las creencias o falsas ideas en la salud", pero la realidad nos dice que, "somos capaces de convencernos a nosotros mismos de casi cualquier cosa".

Para ampliar sobre estos síndromes culturales recurrí a Wikipedia, en particular para Hwabyeong consulté este sitio, y la idea la extraje de una entrada de Libro de notas.


domingo, 19 de junio de 2011

El Cerebro - Conociendo más 2 / 2

Cuando referí a los fenómenos paranormales, parafraseando al psiquiatra Gabriel Rubio decía, al terminar la entrada El Cerebro - Fenómenos paranormales 2 / 2, "la interpretación que cada uno le de a éstos fenómenos, forma parte de nuestro esquema cognitivo particular. Aquello que cada uno ha decidido, o le han enseñado a creer", todos los neurocientíficos coinciden en que no vemos la realidad tal como es, sino que interpretamos los estímulos que llegan a nosotro.

El neurocientífico Rodolfo Llinás Riascos, de origen colombiano y considerado como uno de los padres de las nuerociencias, se ubica en la cima de la investigación científica en el mundo. Partió del estudio microscópico del funcionamiento unicelular de las nueronas hasta convertirse en fundador y pionero en la neurociencia. Cuarenta años estudiando el cerebro humano y el funcionamiento de las neuronas, le han valido cinco doctorados Honoris Causa, así como un sinmúmero de premios y reconocimientos.

Dice Llinás, "El mundo es una gran simulación, rodeadas de estímulos sensoriales, lo que nuestras mentes interpretan como real no es más que una hábil reconstrucción de nuestras neuronas,máquinas de soñar que construyen modelos virtuales del mundo real ".

El cerebro es el órgano vital más importante que tenemos los seres vivos, ya que registra toda la existencia. Retiene, recuerda y asocia, nos dice qué hacer y cómo, nos da la capacidad de soñar, es nuestra conciencia, determina quiénes somos y en qué nos convertiremos, nos guía si estamos en peligro o cuando experimentamos alguna sensación agradable, reconocemos el mundo exterior a través suyo y efectuamos todas nuestras acciones de acuerdo con sus órdenes.

La comunicación neuronal es la encargada de construir nuestra vida, lo que es demostrable hoy en día por medio de aparatos con altísimos niveles tecnológicos como el electroencefalógrafo, el cual es capaz de medir y registrar la actividad y funciones del cerebro "

Llinás ha llegado a la conclusión de que el cerebro es un sistema cerrado y autónomo, capaz de trabajar al margen de los cinco sentidos. «Lo que hay afuera no es necesaria y únicamente lo que los seres humanos vemos». «En realidad, afuera hay todo un cáos lleno de cosas que nuestro cerebro no percibe porque no tiene necesidad de hacerlo para sobrevivir: ondas sonoras, electromagnéticas, átomos, partículas de aire, etc.»

Resulta interesante la visión que del cerebro tiene Llinás, voy a transcribir a continuación algunas partes, de un extenso reportaje que le hiciera Ángela Sánchez para la revista número, con motivo de la publicación de su libro: "El cerebro y el mito del yo" y que te invito a leer aquí. Entre otras cosas dice:

... el cerebro enfrenta al mundo externo, no como una máquina adormilada que se despierta sólo mediante estímulos sensoriales, sino por el contrario como un sistema cerrado, autorreferencial (parecido al corazón), en continua actividad, dispuesto a interiorizar e incorporar en su más profunda actividad, imágenes del mundo externo, aunque siempre en el contexto de su propia existencia y de su propia actividad eléctrica intrínseca.

Para funcionar, el sistema no depende tanto de los sentidos como creíamos, como lo prueba el hecho de que podemos ver, oír, sentir o pensar cuando soñamos dormidos o cuando fantaseamos despiertos, en ausencia de estímulos sensoriales.

Tampoco creo que el sistema nervioso sea una tabla rasa en el momento del nacimiento. Años de evolución hacen que cada bebé nazca con un cerebro hasta cierto punto organizado, con un «a priori neurológico» que le permite ver, sentir u oír sin necesidad de aprender a hacerlo, la estructura básica nace con nosotros.

La historia evolutiva demostró que únicamente los animales capaces de moverse necesitan cerebro (por eso las plantas, quietas y arraigadas, aunque tan vivas como nosotros, no lo necesitan). Y que, en principio, la función principal de éste es la capacidad de predecir los resultados de sus movimientos con base en los sentidos.

El movimiento inteligente se requiere para sobrevivir, procurarse alimento, refugio y evitar convertirse en el alimento de otros, pero como sería imposible sobrevivir si predijéramos con la cabeza y con la cola al mismo tiempo, se necesita centralizar la predicción en el cerebro. A esa centralización de la predicción la conocemos como el «sí mismo» de cada uno de nosotros.

Cada cerebro animal, incluido el humano, aprendió evolutivamente a discriminar de ese caos externo, sólo aquello que requiere para sobrevivir, ... se establece un diálogo entre nuestro mundo interno y el mundo externo, por medio de los sentidos, que nos permite elaborar representaciones virtuales, de los fragmentos del mundo real que necesitamos para sobrevivir. Pero no tenemos la visión íntegra de todo lo que hay allá afuera.

Lo que pasa es que a través de unos quinientos o setecientos años de evolución, los humanos nos hemos puesto de acuerdo en una especie de «alucinación colectiva estándar» y vemos más o menos lo mismo. Eso es lo que nos permite ser una sociedad con referentes universales.


Más adelante dice: El núcleo de mi tesis radica en el concepto de oscilación neuronal, como la de las cuerdas de una guitarra o de un piano cuando las pulsamos. Las neuronas tienen una actividad oscilatoria y eléctrica intrínseca, es decir, connatural a ellas, y generan una especie de danzas o frecuencias oscilatorias que llamaremos «estado funcional.

Por ejemplo, los pensamientos, las emociones, la conciencia de sí mismos o el «yo» son estados funcionales del cerebro. Como cigarras que suenan al unísono, varios grupos de neuronas, incluso distantes unas de otras, oscilan o danzan simultáneamente, creando una especie de resonancia. La simultaneidad de la actividad neuronal (es decir, la sincronía entre esta danza de grupos de neuronas) es la raíz neurobiológica de la cognición, o sea, de nuestra capacidad de conocer.

Lo que llamamos «yo» o autoconciencia es una de tantas danzas neuronales o estados funcionales del cerebro. Aunque el estado funcional que denominamos «mente» es modulado por los sentidos, también es generado, de manera especial, por esas oscilaciones neuronales. Por tal razón podríamos decir que la realidad no sólo está «allá afuera», sino que vivimos en una especie de realidad virtual.

Es decir, que no es tan distinto estar despierto que estar dormido ...El cerebro utiliza los sentidos para apropiarse de la riqueza del mundo, pero no se limita a ellos. Es básicamente un sistema cerrado, en continua actividad, como el corazón. Tiene la ventaja de no depender tanto de los cinco sentidos como creíamos. Por eso, cuando soñamos dormidos o fantaseamos, podemos ver, oír o sentir, sin usar los sentidos, y por eso el estado de vigilia, ese sí guiado por los sentidos, es otra forma de «soñar despiertos».

El cerebro es una entidad muy diferente de las del resto del universo. Es una forma distinta de expresar «todo». La actividad cerebral es una metáfora para todo lo demás. Tranquilizante o no, el hecho es que somos básicamente máquinas de soñar que construyen modelos virtuales del mundo real.


Estamos hablando de que todos estos prodigios de la mente se generan en tan sólo un kilo y medio de masa cerebral, con un tenue poder de consumo de catorce vatios. De manera que, para mantenerla en forma, se requieren buena nutrición, buena oxigenación y protegerse de golpes.

Sin embargo, lo más importante es usar el cerebro, cosa que muchas personas no parecen tener tan claro. El problema es que la inteligencia es limitada pero la estupidez es infinita. Por eso es tan urgente promover una buena educación, que enseñe a pensar claramente a través de conceptos y no de mera memorización de datos. Hay que entender la diferencia entre saber (conocer las partes) y entender (ponerlas en contexto).

y concluye la entrevista diciendo: Mi propuesta es que la ciencia sea análisis y síntesis, que la neurociencia se aventure a cuatro órdenes de magnitud y no sólo se quede en lo microscópico, y que así podamos no sólo saber sobre el cerebro, sino entenderlo, porque mientras más comprendamos la portentosa naturaleza de la mente, el respeto y la admiración por nuestros congéneres se verán notablemente enriquecidos.

Quiero volver con lo dicho al comienzo, no percibimos la realidad, lo que llamamos realidad es una interpretación de los estímulos que nos llegan. Ahora, por lo dicho, agregaría, una realidad virtual.