jueves, 2 de junio de 2011

El Cerebro - Fenómenos paranormales - 1 / 2

Hay gente que ve y siente cosas maravillosas. "Visitantes de dormitorio" que no les deja salir de la cama, observan perplejos su propia aura, caminando en el espejo en sentido contrario al que ellos llevan, ven su propio cuerpo desde arriba, avistamiento de extraterrestres, viajes astrales y posesiones diabólicas. Y lo más fabuloso es que no mienten.

Dejando fraude a un lado, que desde luego los hay, una legión de presencias, duendes y fantasmas nos acompañan a diario. Ahora, los científicos buscan la naturaleza de estos fenómenos, su origen o causa y por qué nos asustan.

"Entre el 10 y el 15% de per­sonas que no tienen un trastorno psiquiátrico sufren alguna vez una alucinación, un delirio que se mantiene como real contra todo argumento”. Lo sostiene Vi­cente Molina, psiquiatra del Hospital Universitario de Sa­lamanca.

Los más frecuentes se producen justo antes o justo después de dormir, cuando nuestros niveles de conciencia disminuyen, y también en situaciones de duelo, cuando acabamos de perder a un ser querido. El 50% de los sujetos que viven el fallecimiento de un familiar muy cercano, en algún momento sienten su presencia o creen oír su voz”.

Hablar con los muertos aterra y consuela; los mercaderes de lo paranormal lo saben bien. El psiquiatra Gabriel Rubio, experto en química cerebral del Hospital 12 de Octubre, en Madrid España, explica:

"Nuestro cerebro es una máquina de predicción. Se anticipa unas milésimas de segundo a lo que va a ocurrir, en función de la información previa. Esto nos permite, por ejemplo, adaptar nuestro cuerpo para sortear un escalón antes de que sea demasiado tarde. En el caso de vivir un duelo, el cerebro aventura que esa persona que hemos perdido va a estar ahí, donde siempre solía estar ... Llega a casa y son las dos, suena la puerta, como siempre ocurría cuando él o ella estaba a punto de llegar, y veo que entra, porque es lo que tu cerebro "sabe" que va a ocurrir."

Continúa diciendo: "Es también pura química y electricidad cerebral la que genera esa luz al final de un angosto túnel, presente en las experiencias cercanas a la muerte de miles de personas en el mundo. (un 18 % de quienes sobreviven a una parada cardiorrespiratoria, según un estudio holandés)".

"Las sensaciones coinciden en todos los relatos: abandonar el cuerpo, placidez, visiones de seres (a menudo ángeles) ... y otros acontecimientos, a los que hasta hoy se ha dado carácter paranormal. Ahora, por primera vez van a ser tratados como síntomas de ese cataclismo biológico que supone la muerte."

"En estos momentos se desarrollan estudios sobre las CEM (siglas de las Experiencias Cercanas a la Muerte) y consiste en hacer registros cerebrales durante el proceso que comienza cuando el corazón deja de latir hasta que todo termina. El estudio se realiza en 25 centros hospitalarios: británicos, europeos y norteamericanos."

"La interpretación que cada uno le dé, forma parte de nuestro esquema cognitivo particular. Aquello que cada uno ha decidido, o le han enseñado a creer. Un escéptico explicará la luz brillante como, un estertor (respiración anhelosa propia de la agonía o del coma) neurológico de un cerebro que se agota. Una persona religiosa no dudará en explicarlo como el paso esperado al paraíso", comenta el Doctor Rubio.

Ya se dijo en El Cerebro - Fenómenos paranormales que un 10 o 15 % de los pilotos de caza, sometidos a la prueba de la centrifugadora, realizada por James Whinnery, decían haber visto la luz al final de un túnel.

Algunos investigadores, como el doctor Richard Strassman, de la Universidad de Nuevo México, aseguran que la glándula pineal segrega un alucinógeno natural llamado Dimetiltriptamina (DMT), que produciría la experiencia del túnel y las visiones.

Otros, como el doctor Birk Engmann, de la Universidad de Leipzig, aseguran que la ausencia de riego sanguíneo (anoxia) está detrás del carrusel de visiones que se desatan en el momento que precede a la muerte.

La sensación placentera o de euforia, también descrita por los pilotos antes de los desmayos, se atribuye a la segregación de sustancias como la dopamina o la serotonina, aunque aún no está claro cuál es la respuesta exacta que está detrás de todas estas experiencias.

La doctora Willoughby Britton, de la Universidad de Arizona, ha hecho un estudio que plantea una tesis aún más atrevida. Para su experimento tomó a 23 sujetos que habían tenido una experiencia cercana a la muerte, y un grupo de control sin experiencia ni ningún tipo de estrés post-traumático.

Tras escanear sus cerebros mientras dormían, descubrió que los patrones de sueño de unos y otros eran muy diferentes, y encontró que una parte significativa (hasta un 20%) de los que habían visto la luz al final del túnel, mostraban el mismo patrón en el lóbulo temporal que los enfermos de epilepsia y mayor actividad en la zona asociada con las vivencias místicas y religiosas.

En su opinión, estas diferencias son significativas e indican que la diferencia de actividad en el lóbulo temporal tiene que ver con las alucinaciones generadas durante las experiencias cercanas a la muerte.

Décadas de experimentación y estimulación cerebral han llevado a los neurocientíficos a identificar las zonas del cerebro y los procesos que entran en acción durante una de estas experiencias. En la próxima entrada seguiré con otras, como:

Estoy en el techo.
Auras - Energías - No, sinestesia
Íncubos - abducciones - falsos recuerdos
...
Como siempre puedes ampliar aquí lo dicho en esta entrada.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

vereis, mi caso es o eso creo muy raro, percibo y no cuando quiero durante una milesima de segundo, que no puedo repetir, es decir me pasa sin control- ver en una habitación personas- comento la última vez ( antes de morir una persona querida, un poco antes de que ocurriera yo estaba en la habitación y de momento vi como venian a por el, no en plan malvado sino como acompañanes en su viaje)

Mabel dijo...

Anónimo, espero que esta lectura te haya ayudado a comprender mejor cómo, o por qué, se dan ciertos hechos.
Gracias por compartir tu experiencia.