Ya dije en entradas anteriores, que se entiende por creencia: es el firme asentimiento y conformidad con algo. Es la idea que se considera verdadera y a la que se da completo crédito como cierta, pero a veces las creencias nos enferman.
Voy a referir aquí a las epidemias imaginarias, a las que los antropólogos han bautizado como síndromes culturales, término que engloba a aquellas enfermedades, propias de determinados grupos étnicos, que en realidad no presentan más síntomas ni otra aparente causa, que las propias creencias de quienes las padecen.
Cave decir que el concepto síndromes culturales es en realidad controvertido, y muchos psicólogos, médicos y antropologistas lo rechazan como concepto y término. Se puede decir que se caracterizan por lo siguiente:
1.- Está categorizado como enfermedad por dicha cultura y no como un comportamiento voluntario o una falsa representación.
2.- La cultura conoce bien los síntomas e incluso el tratamiento.
3.- Es completamente extraño e ignorado en otras culturas.
4.- No existe una causa bioquímica u orgánica demostrada.
5.- La enfermedad es tratada por la medicina natural de la misma cultura.
Estos síndromes culturales dan luz sobre cómo la mente humana decide que los síntomas están conectados, y las maneras en que esa sociedad determinada decide, qué es una enfermedad.
Veamos algunos. La Histeria ártica es una condición exclusiva que aparece en los esquimales que viven en el Círculo Polar Ártico. Los síntomas pueden incluir: comportamiento de gritos o salvajes sin control, insensibilidad al frio (como correr desnudos en la nieve), depresión, coprofagia (consumo de heces), entre otros, que suelen padecer los Inuits. Los esquimales de Canadá se llaman a sí mismos Inuits, que significa "el pueblo".
La Niebla Cerebral es el cansancio mental que se encuentra casi exclusivamente en el Oeste de África, y sobre todo en varones. Se manifiesta como depresión, dificultad para recordar palabras conocidas, función mental inusualmente baja, confusión, falta de memoria y dificultad para concentrarse.
El Hwabyeong o Hwabyung es un síndrome de ira relacionado con la cultura de Corea, literalmente sería "enfermedad ira" o "enfermedad de fuego". Los síntomas parecen simbolizar la naturaleza del fuego (ira) y su supresión y / o liberación.
Según explican los pacientes, la ira reactiva, como consecuencia de ser víctimas de una situación injusta, debe ser borrada, por no poner en peligro la armonía familiar o las relaciones sociales. Sin embargo, si la situación de injusticia continúa, la rabia contenida "se acumula y se hace más densa", y finalmente causa enfermedad.
Los mecanismos de defensa relacionados a Hwabyung se encontró en la represión, la inhibición, la retirada, la somatización y el consumo oral. Se manifiesta como una, o más de una amplia gama de síntomas físicos, en respuesta a problemas emocionales, como el estrés de las relaciones interpersonales problemáticas, o crisis de la vida.
Este término parece haber sido moldeado por la socio-cultura coreana, a través de experiencias de la historia. Es difícil la traducción del coreano, pero se refiere a un estado de ánimo del individuo, cuando sus deseos son bloqueados por las fuerzas sociales injustas.
Muchos coreanos con Hwabyung sienten que son víctimas de la agresión social crónica. La fuente más común de estos sentimientos de victimización es una relación tensa, como la que hay entre un ama de casa y la madre de su marido.
Otras fuentes incluyen las diversas formas de injusticia social, incluyendo la represión, la violencia, la privación, la discriminación, la explotación, la pobreza, juicios injustos, el fracaso en los negocios, la traición o la estafa.
Con mayor frecuencia padecen este síndrome mujeres de mediana edad, entre los 40 y 50 años (la menopausia), que tienen menos educación, provienen de un menor nivel socio-económico y viven en zonas rurales.
Estas personas suelen vivir en familias tradicionales, que hacen hincapié en el valor de los hombres, al tiempo que la mujer es devaluada. "Virtud de una mujer es tener mala suerte en silencio y tristeza al mismo tiempo, y mantener la armonía".
Esto ha sido reforzado con largos períodos de guerra y ocupación (Corea del Norte / Corea del Sur), junto con una estricta jerarquía de la cultura tradicional coreana, que ha puesto una enorme carga sobre estas mujeres, que siguen teniendo impacto en su vida diaria.
En síntesis, se cree que es causada por una acumulación de ira no resuelta, que perturba los cinco elementos del cuerpo. La causa desencadenante son los acontecimientos externos, sobre todo intra-familiar de estrés tales como la infidelidad conyugal y los conflictos con los suegros.
Debido al énfasis cultural en la armonía familiar y la paz, expresar su ira no es aceptable, por lo que la ira se suprime básicamente en sí misma, a través del tiempo. Claro que esto trae consigo síntomas tales como: suspiros, sensación de pesadez en el pecho, insomnio, sofocos, bochornos frío y visión borrosa. También pueden demostrar típicos síntomas neuróticos como ansiedad, depresión, trastornos obsesivo-compulsivos, así como la anorexia, paranoia o miedo, distracciones o irritabilidad.
En Occidente, los médicos probablemente lo diagnostiquen como un tipo de estrés o depresión. Sin embargo, Hwabyeong es un término psicológico tradicional, utilizado para referirse a una condición caracterizada por el sufrimiento pasivo.
La Enfermedad del Espíritu, es otro síndrome cultural, es característico de las tribus norteamericanas. Algunos nativos americanos o tribus creen que es causada por la asociación con los muertos o moribundos. Sus síntomas incluyen debilidad general, pérdida del apetito, sensación de asfixia, recurrentes pesadillas, trastornos del sueño, ansiedad y un amplio sentimiento de terror, la sensación de estar en peligro. La enfermedad se atribuye a fantasmas o en ocasiones a brujas o brujería.
El Mal de Ojo es una creencia popular supersticiosa, según la cual, una persona tiene la capacidad de producir mal a otra persona, sólo con mirarla. Se dice del afectado que "esta ojeado". Como proceso puede venir dado de manera voluntaria o involuntaria, y es, según la creencia popular, efecto de la envidia o admiración del emisor, que a través de su mirada provoca un mal en el admirado. En algunas culturas orientales se cree, también, que las personas con ojos claros tienen mayor poder para el mal de ojo.
Los síntomas, según la creencia popular, es que produce cansancio, adormecimiento o pesadez, que termina enfermando gravemente a su "víctima". Puede darse una tristeza profunda y ganas de llorar.
Recuerdo de niña, en mi casa se decía que cuando la tía Xx venia de visitas, cuando mi hermana era aún hija única, ésta la ojeaba, provocando que la niña llorara toda la noche y nadie podía descansar. Sin embargo, siempre creí que mi padre remarcaba ese hecho como veraz porque no le gustaba mucho esa hermana de mi madre, en fin, historia de familia.
Volviendo al tema, también se puede sospechar del mal de ojo, si algún objeto favorito o querido de la "víctima" sufre algún daño inesperado, sin causa previa específica, o si el daño surge de la nada.
Popularmente, se han buscado diferentes remedios para este mal, sin embargo, se suele dejar en manos de "curanderos", que realizan diferentes rituales. También se suelen usar una variedad de protecciones, como ponerle un objeto llamativo, como una cinta roja, al envidiado o afectado, a fin de atraer su mirada lejos del observado, o colgar amuletos que sirven como escudo al mal.
Estos son algunos de los síndromes culturales, que en base a creencias aceptadas por el grupo social que las adopta, son asumidas como enfermedades, sin embargo, constituyen somatizaciones de situaciones psíquicas sin resolver, o por mejor decir, constituyen salidas fallidas a circunstancias vitales.
De todos modos, hay casos en que la sola mención de una enfermedad grave puede desencadenar la muerte del paciente. La revista New Scientist documentaba el caso de Sam Shoeman, a quien, en los años setenta, le fue diagnosticado un cáncer de hígado, que le dejaba pocos meses de vida.
Al cabo de unas semanas el paciente empeoro y murió, pero la autopsia reveló que los médicos se habían equivocado: el tumor era muy pequeño y no se había extendido. De algún modo, como dice la revista, Shoeman no había muerto de cáncer, sino de saber que tenía cáncer.
El efecto nocebo es conocido por los médicos, que a menudo notan cómo los pacientes refieren molestias, antes incluso, de haber comenzado el tratamiento. En medicina nocebo es una reacción o respuesta con efectos dañinos, desagradables o indeseables, que se manifiestan en un sujeto, después de recibir una inerte droga simulada o placebo.
Es una respuesta no generada químicamente sino, únicamente, porque el sujeto tiene creencias pesimistas o expectativas de que la droga inerte le producirán consecuencias negativas. En cambio un placebo es una farsa, o una intervención médica simulada.
Como comentario final vale decir, "queda mucho por saber sobre el impacto de las creencias o falsas ideas en la salud", pero la realidad nos dice que, "somos capaces de convencernos a nosotros mismos de casi cualquier cosa".
Para ampliar sobre estos síndromes culturales recurrí a Wikipedia, en particular para Hwabyeong consulté este sitio, y la idea la extraje de una entrada de Libro de notas.
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