jueves, 16 de junio de 2011

El Cerebro - Conociendo más 1 / 2

En vista de lo dicho sobre la Mecánica Cuántica y atendiendo a que nuestro cuerpo es materia, se infiere que puede ser estudiado hasta límites de partículas, por tanto, nos atañe el Principio de Incertidumbre, es decir, desde la Mecánica Cuántica contamos con otro dato que dice: lo que percibimos en nuestra cotidianidad cuenta con errores de apreciación, pero los omitimos porque la escala a la que se producen altera en forma insignificante el resultado.

Esto da cuenta de que nada es de una certeza incuestionable, todo es relativo; lo visto al tratar el cerebro, sus fallos y supuestas impresiones paranormales, todo refiere a lo limitadas que resultan nuestras apreciaciones, ahora somos más conscientes acerca de nuestra manera de ver el mundo e interpretarlo, sabemos que se relaciona con nuestra subjetividad pero también con la conformación de nuestro cerebro, más que con la realidad en sí.

En esta entrada vuelvo sobre el sistema nervioso, pero antes de seguir, a modo de introducción, mira el siguiente vídeo, que en forma sintética, describe lo ya dicho en entradas anteriores.


Y si nos adentramos en el cerebro, el siguiente vídeo nos describe su funcionamiento y algunos fallos, por lesiones en algunas partes de él o por enfermedades degenerativas.


Ya traje, en una entrada anterior, las operaciones de cerebro con el paciente despierto, y las extrañas experiencias que relatan. El neurocirujano Wilder Penfield, en el año 1955, mientras realizaba una de estas operaciones, en un paciente epiléptico, estimuló una zona del cerebro, a resultas de lo cual el paciente aseguró: "Estoy abandonando mi cuerpo".

Esta práctica se utilizaba como último recurso y obedecía al riesgo que representaba la anestesia general. Sin embargo, perdió vigencia al surgir otros métodos para investigar el cerebro, como la tomografía de emisión de positrones (PET) o la resonancia magnética funcional, como se dijo en El Cerebro - Otros datos.

Hoy en día se esta volviendo a esta práctica, en ciertos pacientes con tumores cerebrales, ya que al estar despierto, el médico puede detectar hasta dónde puede avanzar en la extirpación del mal. A continuación reproduzco parte del diálogo que tuvo el paciente Stephen Dubovich, de 61 años de edad, con el técnico en neurofisiología en la mesa de operaciones.

"Sonríe para mí otra vez, Steve ... Mueva el pie para mí ... Buen trabajo, sonreír de nuevo, Steve, aprieta mi mano....."

Detrás de una cortina de plástico, el Dr. Arlan Mintz, director de neurocirugía oncológica de la Universidad de Pittsburgh Medical Center, cuidadosamente investiga la superficie expuesta de la parte derecha del cerebro del paciente, en el lóbulo temporal.

La operación se llama una craneotomía despierto, y el Sr. Dubovich lo había hecho para que el cirujano puede extirpar con cuidado - el término médico para cortar - un tumor que amenazaba con invadir la tira del cerebro motor, lo que le permite usar su lado izquierdo .

"Si él está despierto y sigo teniendo tumor acabo, y si se sigue moviendo y está bien, puedo seguir empujando la resección", explicó el Dr. Mintz antes de la cirugía. El objetivo: extraer más del 90 por ciento del cáncer de Mr. Dubovich, llamado un glioblastoma, porque los estudios indican que puede alargar el tiempo de supervivencia.

"Sabemos que no se puede extirpar todo el tumor", dijo el cirujano."En algún momento, tenemos que parar, porque el tumor se mezcla con la materia normal del cerebro."

Para encontrar el equilibrio adecuado, el Dr. Mintz y su equipo utilizaron sofisticados GPS, como la tecnología de un mapa de la región alrededor del tumor, antes de intentar quitar nada de eso.

"No todos las cirugías de cáncer de cerebro se hace con el paciente despierto. Operaciones convencionales, con el paciente bajo anestesia general, puede ser la mejor opción, cuando el tumor está ubicado en un lugar donde el riesgo de eliminar el tejido normal es baja", agrega el Doctor Mintz.

El neurocirujano Juan Carlos Alarcón dice: "Quienes se someten a esta cirugía suelen ser personas jóvenes, con un proceso tumoral, generalmente benigno (que si no se elimina puede hacerse maligno), detectado a partir de algún episodio epiléptico".



"Es decir, llegan íntegros, sin ninguna deficiencia motora ni de lenguaje todavía", explica Alarcón, que junto al neurocirujano José Manuel Monteros integran el equipo multidisciplinario que realizan estas operaciones en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, España.

La técnica quirúrgica en sí es antigua. Pero ahora el anestesista ha pasado a ser clave en el proceso. "El reto es mantener al enfermo sedado pero despierto; en condiciones de ser operado pero consciente", explican Rafael Rubio y Francisco Federero, dos de los anestesistas de este complejo equipo multidisciplinar.

Los fármacos anestésicos de última generación, "de acción mucho más rápida y directa, y con una vida muy corta", aclara Rubio, y los nuevos sistemas de monitorización que garantizan un control casi absoluto y preciso de todas las constantes vitales del paciente, permiten practicar esta cirugía sorprendente.

"La cosa va bien mientras el paciente hable y se comporte con normalidad. Si se muestra confuso o comienza a cambiar el nombre a las cosas, el cirujano debe abandonar inmediatamente la zona en la que está trabajando".

Hacia finales del año 2007, en el Toronto Western Hospital, en Canadá, el paciente comenzó a hablar durante la operación de los recuerdos que venían de pronto a su cabeza. A medida que el cirujano estimulaba una zona cercana al hipotálamo, el hombre recordaba con más nitidez a sus amigos de cuando tenía 20 años, y determinados detalles del pasado. La estimulación llegó hasta tal punto que, durante varios minutos, les habló de un parque en el que solían reunirse y hasta les describió la ropa que llevaban.

Sin pretenderlo, el cirujano había activado la memoria del paciente de tal forma que, después de tres semanas de estimulación con electrodos, su capacidad de aprendizaje había aumentado notablemente.

Otro caso referente es el de la señora O´C, acude a la consulta porque ha empezado a escuchar la radio dentro de su cabeza. Por algún motivo misterioso, su cerebro ha activado una especie de sintonía del pasado y repite una y otra vez las canciones irlandesas que escuchaba cuando era niña.

Después de varias exploraciones, el doctor descubre la causa: la señora O’C ha sufrido una trombosis en el lóbulo temporal derecho, que ha estimulado una zona del córtex, donde residían sus recuerdos musicales.

Nadie sabe con exactitud cómo es el proceso de almacenamiento de los recuerdos. Los científicos se dividen entre quienes piensan que se borran o sufren interferencias y quienes creen que pasan a un segundo plano dentro de la inmensa red de sinapsis que compone nuestra mente.

Me sorprende y apasiona tomar contacto con esto nuevos conocimientos, toda esta nueva tecnología, no solo porque permite abordar problemas complejos, como pueden ser los tumores cerebrales, sino también por los descubrimientos que conllevan, muchas veces casuales, aportando nuevos saberes sobre el funcionamiento y comportamiento del cerebro.

Puedes ver más detalles de estas operaciones: craneotomía despierto o de cerebro abierto, en este sitio, es un reportaje realizado al equipo interdisciplinario del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, en el diario on line El País.com

Parte de esta entrada la conformé con datos extraídos del sitio Libro de Notas que puedes ver para ampliar lo dicho aquí.

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