Ya he conceptualizado sobre la luz y sus propiedades, al igual que sobre espejos y lentes, citando varias de las aplicaciones que surgieron a partir del estudio y la experimentación; deje para finalizar esta serie de entradas, la cámara fotográfica, ya que fue a partir de La fotografía - Orígenes donde abrí el tema de la luz, entendiendo que facilitaría la comprensión de su evolución.
El aparato que conocemos como cámara fotográfica, tiene una historia muy antigua, casi mil años más que la propia fotografía. Ya en el siglo X se observaban los eclipses en el interior de una habitación a oscuras, en uno de cuyos lados se abría un orificio que proyectaba una imagen muy clara del Sol, en la pared opuesta.
Una cámara fotográfica o cámara de fotos es un mecanismo antiguo dije, se usaba para proyectar imágenes, en el que una habitación entera hacía las mismas funciones que una cámara fotográfica actual por dentro, con la diferencia que en aquella época no había posibilidad de guardar la imagen a menos que ésta se dibujara manualmente.
En La fotografía - Orígenes dije que se denominan cámaras estenopeicas, porque utiliza un simple orificio como objetivo. Como muestra el dibujo de arriba, para producir una imagen nítida es necesario que esta apertura sea muy pequeña, del orden de los 0,5 mm. El tiempo de exposición normalmente es mucho mayor al necesario en cámaras convencionales, debido al tamaño de la apertura, pueden ir de 5 segundos hasta más de una hora.
En el siglo XVI y XVII usaban la cámara oscura como instrumento de dibujo, recién con el descubrimiento de los compuestos fotosensibles, en la década de 1830, y su exposición dentro de cajas cerradas, la cámara oscura pasó a llamarse cámara fotográfica o simplemente cámara.
Los primeros modelos consistían en dos grandes cajas de madera que se deslizaban para enfocar. En un extremo se hallaba el objetivo y en el otro un vidrio deslustrado (o empañado) que hacía las veces de pantalla de enfoque y que, posteriormente se sustituía por la placa fotosensible al hacer la toma. La máquina se usaba siempre sobre un soporte y no pudo sujetarse manualmente hasta que no se lograron películas y obturadores lo suficientemente rápidos como para contrarrestar las vibraciones del pulso.
Hago un poco de historia. El primer fotógrafo fue Joseph Nicéphone Niépce, en 1826, utilizando una cámara hecha de madera y fabricada por Charles y Vincent Chevalier en París. Sin embargo, aunque se considera que éste fue el nacimiento de la fotografía, la invención de la cámara puede ser rastreada mucho antes, como fue dicho.
La primer cámara que fue lo suficientemente pequeña para considerarse portátil y práctica para la fotografía fue construida por Johann Zahn en 1865, aunque pasarían muchos años para que la tecnología se percatara de las posibilidades de este aparato. Las primeras cámaras fotográficas eran similares en esencia al modelo de Zahn, aunque generalmente con una mejora en el enfoque. Antes de cada exposición una placa sensibilizada era insertada en frente de la pantalla de observación, para poder graba la imagen.
Pero antes, el popular daguerrotipo de Louis Daguerre utilizaba placas de cobre en el proceso, mientras que el proceso calotipo inventado por William Fox Talbot grababa las imágenes en papel. Veamos en detalle cada proceso.
El Daguerrotipo, creado en 1839, es un invento precursor de la fotografía moderna, fue un puente entre la cámara negra creada por Zahn y retocada por Niépce, y la cámara de objetivo del alemán Joseph Petzval. Las nuevas cámaras supuso sobre todo, una revolución en el mundo de la información, ya que permitió cubrir el seguimiento de la Guerra de Crimea y la Guerra de Secesión estadounidense.
Para la obtención de la imagen se parte de una capa sensible de nitrato de plata extendida sobre una base de cobre. A partir de una exposición en la cámara, el positivo se plasma en el mercurio. Finalmente, la imagen se fija tras sumergir la placa en una solución de cloruro de sodio o tiosulfato.
A finales de 1840 se habían conseguido tres progresos técnicos en el daguerrotipo: - Se consiguió una lente hasta veintidos veces más brillante, - se aumento la sensibilidad de las placas ante la luz, al ser recubierta por sustancias halógenas (aceleradores o sustancias rápidas), con lo que el tiempo de exposición se redujo y por último, - las placas se doraron para enriquecer los tonos.
Este proceso tenía varios inconvenientes, el tiempo de exposición exageradamente largo, de 15 a 30 minutos bajo luz brillante, al no existir negativo no permite hacer copias, los vapores de yodo y del mercurio son perjudiciales para la salud, las imágenes resultantes son frágiles, entre otros.
El Calotipo es un método fotográfico basado en un papel sensibilizado con nitrato de plata y ácido gálico, que tras ser expuesto a la luz era, posteriormente, revelado con ambas sustancias químicas y fijado con hiposulfito.
Este procedimiento resulta ser muy cercano al de la fotografía de hoy en día, ya que producía una imagen en negativo que podía ser posteriormente positivada tantas veces como se deseara. Para ello se baña el papel negativo en cera derretida para que se vuelva transparente y así, tras someterlo a un foco de luz o por contacto sobre otro papel idéntico, se obtiene una imagen en positivo.
El procedimiento fue patentado en 1841 en Inglaterra, lo cual limitó su internacionalización, a diferencia de otros procedimientos. Es conocido también con el nombre del Talbotipo.
En próximas entradas seguiré con este apasionante camino que recorrió el anhelo del hombre por plasmar imágenes en papel primero, y en otros soportes después, lo que comúnmente llamamos fotografías.
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