Al comenzar Creencias - Ortega y Gasset decía: Para orientarnos y situarnos en el mundo necesitamos saber: cómo es el mundo, qué hay en él, cómo se comportan las cosas, ... para así acomodar el mundo a nuestras necesidades. No se puede vivir sin convicciones, sin interpretaciones del mundo.
En varias entradas fui mostrando la diferencia entre idea y creencia, consigne que idea es un pensamiento que se nos ocurre acerca de la realidad, mientras que creencia es el firme asentimiento y conformidad con algo. Según la Real Academia Española la creencia es la idea que se considera verdadera y a la que se da completo crédito como cierta.
Puede considerarse que una creencia es un paradigma que se basa en la fe, ya que no existe demostración absoluta, fundamento racional o justificación empírica (a través de la experimentación) que lo compruebe.
Sin embargo, más adelante en la misma entrada decía: Uno de los motores que ponen en marcha la búsqueda de nuevas explicaciones está en las paradojas con las que continuamente nos tropezamos y que la inercia de un conocimiento lineal rechaza, denominándolas excepciones a la regla, sin reconocerlas como expresiones de la complejidad de la realidad, la cual se anuncia a través de ellas.
El ser humano crea escenarios para sentirse real, pero la realidad que crea no resuelve los enigmas de la Realidad. Su esfuerzo no tiene como fin la creación de lo externo a él: si acaso es un intento para comprender su existencia o la materia de la que está hecho, a partir de dar forma a las posibilidades que emergen de la propia realidad.
Todos estos comentarios, en relación a lo dicho en las entradas anteriores, cobran otra significación. Si queremos vivir una vida plena se hace necesario bucear en nuestras creencias, en nuestro modo de ver el mundo, poner en cuestión las verdades heredadas y que hemos reforzado con nuestra experiencia, muchas de las cuales aceptamos como verdades absolutas e inamovibles, aún habiendo dejado de sernos útiles.
Decía en la última entrada: para Vivir una vida plena, resulta imprescindible conocerse, conocer nuestro potencial, quienes somos en verdad, y para ello necesariamente tendremos que revisar, cuestionar y seguramente despojarnos de aquellas creencias, que a la luz de los nuevos conocimientos, de las nuevas vivencias internas que experimentamos, nos impulsan a buscar respuestas más afín a quienes somos ahora.
Todo aquello que resuena, que hace ruido en alguna parte de mi ser, despierta en mi la necesidad de descifrarlo, de entenderlo. La curiosidad me impulsa a buscar diferentes miradas, una sola no siempre me posibilita la comprensión. Por lo general, acopio la mayor cantidad de información posible, ese acopio va abriendo cierta comprensión, luego, al intentar una síntesis, logro aprehender el contenido. Las diferentes miradas van dando una cierta dimensión a lo a desentrañar, lo van cargando de contenido.
Frente a la propuesta "Conocerse, saber quienes somos en realidad", uno se siente dispuesto aunque un tanto confundido, porque no sabe el cómo y hay tantos "iluminados" de pacotilla. Surge entonces la búsqueda para desentrañar a que alude el "conocerse uno mismo", vamos encontrando diferentes abordajes, a poco de andar descartamos a algunos, tomamos algo de otros, y seguro, en el mientras tanto, aprehendemos su significación.
Poco a poco comprendemos que es una tarea que requiere mirarnos con aprecio, que en lugar de juzgarnos impone aceptarnos, que en lugar de defender nuestra visión del mundo cave ponerlo en cuestión, interrogarlo, ... enriquecerlo.
Desde los comienzos de este sitio indague en las ciencias, también sobre los sentidos, porque a través de ellos accedemos a la realidad, y mostré que presentan fallos, el cerebro sus funciones y afecciones en general, el tiempo como fundamento de la realidad, así fui conformado un marco conceptual común posibilitador de una comunicación más clara y ajustada, minimizando los pre juicios. Siempre aspiro imprimir a mi hacer un espíritu de aventura, se que es tedioso adquirir un conocimiento nuevo, por tanto se vuelve indispensable crear un ambiente ameno y divertido para encarar dicho cometido.
Me asombra la gente dedicada a un tema en particular, hablando con frases grandilocuentes, más que trasmitir un conocimiento trasmiten una imagen de erudito. Lo llamativo de estos personajes es que al ser interrogados (para "desasnarnos") se incomodan, se vuelven evasivos, siguen con lo suyo sin prestar atención al "dudoso", como quien sigue un relato prefijado.
Tratando de impresionar como eruditos, estas personas logran que el auditorio comience a escuchar con ciertas reservas, se observa una pérdida de interés en algunos, y lo más lamentable es que ellos no lo registran, suelen decir - que poco interés muestran - refiriéndose a los otros. Como ya he dicho varias veces, el problema no esta afuera sino adentro. Mirarnos, reconocernos, asumirnos, preguntarnos, ... eso significa Conocerse, saber quienes somos en realidad.
Según mi experiencia, la mejor manera de detectar quien realmente me aportará un conocimiento de quien no lo hará, es en cómo reacciona frente a una pregunta inesperada, dejando entrever simultáneamente su honestidad intelectual. Entiendo que alguien pueda no tener respuesta a una determinada pregunta, en tal caso cabría esperar que diga: - no se, no se me había ocurrido pensarlo así -, o bien que re-preguntara a fin de averiguar hacia donde apunta la duda, o para vislumbrar la postura pre existente, en relación al nuevo conocimiento, del interlocutor.
Cuando alguien trata de ridiculizar, o se vuelve evasivo respecto del que interroga, es señal (de "huir") inequívoca que estoy frente a un gran impostor o a un gran memorioso, ambos infieren falta de experimentación con el tema que pretenden dominar.
En la entrada anterior referí el disociar lo que decimos de lo que quisimos decir, entiendo que esto se da mayormente cuando pretendemos trasmitir un conocimiento, una experiencia, de una cierta forma, es decir desde una sola perspectiva. Si realmente anhelamos que el otro alcance la mayor comprensión de lo que estamos diciendo, se hace imprescindible contar con diferentes enfoques.
El abordar un tema desde diferentes perspectivas posibilita, en principio, captar la idea, luego poco a poco ir asimilándolo, apropiarnos de él, lo que implica atravesar cierta comprensión, cierta confusión, cierta impotencia, avances, retrocesos, ... Cuando deseamos incorporar un conocimiento además, necesitamos tolerar un tiempo interno, sobre todo cuando ese conocimiento pone en cuestión alguna creencia, porque moviliza todo ese andamiaje de supuestos y acuerdos que abren un abanico de búsquedas subsidiarias.
Siempre tuve facilidad para las matemáticas, para mi es sinónimo de juego. Cada nivel de aprendizaje lo viví como una aventura apasionante. Esa facilidad seguramente la reflejaba hacia los demás, mi casa solía estar poblada de compañeras de colegio, resolviendo problemas matemáticos. Entiendo que sólo puedo trasmitir como un juego, lo que para mi lo es.
Las matemáticas por lo general tienen "mala prensa", pocos disfrutan de ella, porque pocos son los que logran trasmitirla como lo que son, un juego de ingenio y abstracción. Generalmente contribuyen a ese estándar profesores bien intencionados, pero carentes de pasión por lo que hacen, memoriosos sin duda que aburren a sus jóvenes alumnos.
En las últimas entradas referí a los Esquemas Mentales, que muchas veces bloquean la posibilidad de innovar, de explorar nuestra forma de relacionarnos. Estos Esquemas Mentales no son más que modos, muchas veces anacrónicos, de ver y comprender el mundo en el presente.
Pues bien, dicho lo dicho, queda más claro qué implica cuestionar, revisar "nuestros" Esquemas Mentales. Recuerdo lo que el Maestro respondió, ante la queja de su discípulo, sobre que siempre le echaba abajo sus creencias, que apunté en La Realidad - acuerdos - experiencias - recuerdos
Pretendo indagar y compartir contigo ciertos temas que tocan mis creencias, por tanto me movilizan. Encuentro cierta cuota de verdad en algunos abordajes, a pesar de no ajustarse a mi concepción del mundo, sin embargo, por alguna extraña razón, no puedo dejar de preguntarme y explorarlos, serán pues tema de otras entradas.