viernes, 26 de agosto de 2011

Conocerte - Conocer tu potencial

En la entrada anterior decía: Si quieres vivir una vida plena, es imprescindible conocerte, conocer tu potencial, saber quien eres en verdad, y esto abre en mi una serie de reflexiones, que quiero compartir contigo.


Si visitas periódicamente este sitio observaras varias cosas, primero, que he desarrollado temas variados en relación a la ciencia, lo que según mi visión nos da un lenguaje común, fundamentalmente en lo que como humanos nos iguala, en segundo lugar, habrás observado que utilizo la palabra referí y no hable, porque expongo temas por escrito, no hablo, y en tercer lugar, uso frecuentemente la frase "según mi visión", esto no es gratuito, entiendo que la mayoría de las personas disocian lo que dicen de lo que quisieron decir, dando por sobreentendido que el otro entiende, GUAUUUU y más grave aún disociamos lo que decimos ... de lo que hacemos.

Veamos, "según mi visión" conlleva un convite, porque alude a que es una opinión del tema que traemos entre manos, opinión que conformé en mi recorrido existencial, asumo por tanto que tu puedes, por tu propio recorrido, tener otra visión igualmente válida, y digo conlleva un convite porque dejo abierta la posibilidad para que repensemos mis dichos, tanto tú como yo, porque según como resuene en ti y en mi, acordaremos o no.

Según mi visión, esto de disociar entre lo que decimos y lo que quisimos decir es mucho más propio de los latinos, porque por un lado tenemos una lengua muy rica. El castellano o español (da igual) tiene una diversidad de palabras para aludir a la misma cosa, que parecería más fácil expresar nuestros pensamientos, nuestras ideas, y sin embargo, no siempre nuestro interlocutor ocasional comprende exactamente lo que estamos expresando, surgen los malos entendidos, porque nuestra formación no siempre es igualmente rica, y no alcanzamos a comprender que el saber es riqueza "per se", no es riqueza para mostrar sino riqueza para compartir y disfrutar.

El tiempo de escolarización no siempre es divertido, tuve maestras y profesoras que sabían de su tema, pero no le imprimían esa pasión que enamora a los niños y a los jóvenes, y se notaba, sobre todo, en comparación con quienes sí lo hacían; estos lograban que la mayoría quisiera saber más, investigar, descubrir. Digo esto, porque muchos quedan atrapados en sus experiencias juveniles y se invalidan frente a la posibilidad de descubrir mundos.

Por otro lado, no menos importante, es que somos muy "amigueros" (me permito inventar este término), usamos con bastante ligereza el término amigo, porque hay una necesidad de contar con la complicidad del otro, aderezado creo con algo de poder, de querer agradar, de sentirnos amados, ... claro que esto pasa por nuestra imaginación, nuestros deseos, y entonces suelen surgir los malos entendidos cuando el otro opina distinto, ¿cómo puedes?, ¿no eres mi amigo?.

Según mi visión la palabra amigo conlleva tiempo y trabajo. Tiempo, porque en el devenir veo qué cosas le hacen soltar una carcajada y qué cosas lo angustian, qué cosas lo entretienen horas y qué cosas evita, ... trabajo, porque a veces tengo que tolerar seudo desaires y otras veces agradecer su silenciosa compañía, hasta desarrollar ese "time" que todo vínculo tiene.

Al construir un vínculo, descubrimos partes del otro y mostramos partes de nosotros. No se hacen necesarias tantas palabras - hay tanto compartido que muchas cosas, tácitamente, están dadas -, por eso, si frecuentamos mayoritariamente a las mismas personas, nuestro lenguaje, nuestras actitudes, se empobrecen, se vuelven acotadas. Muchas veces nos enojamos con ellos porque no entienden, pretendemos o esperamos mágicamente que comprendan lo que estamos diciendo - o queriendo decir -, diría esperamos que sean "adivinos".

Por el contrario, al aceptar el reto de conocer gente fuera del grupo habitual, uno se permite ser visto y valorado por otros que no conocemos, necesariamente me obligará a ser más explícito en lo que digo, en cómo lo digo, ... tendré que poner atención en el otro, ser conciso, evitar ser ambiguo, ... en fin, es indispensable una actitud atenta y considerada, por eso muchos dicen - no se moverme con gente extraña, no me gusta - si uno lo piensa bien, sólo son argumentos para justificar la falta de compromiso, de una cierta cuota de audacia, ... porque aventurarse en terrenos inexplorados entraña desilusión o frustración, pero también, descubrimiento y aprendizaje.

Ahora, con las nuevas tecnologías, el mundo se ha diversificado más y tenemos acceso a él desde nuestro hogar, oficina, y si bien por momentos nos sentimos abrumados por tanta información, otras veces agradecemos lo relativamente fácil que es su manejo, o porque encontramos rápidamente respuesta a nuestra inquietud por saber o aprender.

Es interesante observar lo que sucede con las redes sociales, quienes nos conocemos de años, compartimos costumbres, una cierta "similitud" en la manera de ver el mundo, ... entonces tenemos cierta certeza de lo que el otro subirá a su muro, sin embargo, a poco de andar, comienzas a sumar otros contactos, por lo general amigo de tus contactos, y poco a poco te rodeas de personas en quienes tienes que, cómo dije: invertir tiempo y trabajo para construir un vínculo, y en el mientras tanto, te conoces y te reconoces en ese hacer.

También puedes conocer a personas de otras partes del mundo, por lo menos a mi me atrae hacerlo, tengo un contacto servio, yo de servio ni ahí, pero existe el traductor y me tomo el trabajo de traducir, a veces, para entender que dice, que cosas comparte con los suyos, descubro así otras costumbres, otros paisajes, la música que se escucha por allá, pero de nuevo, en el mientras tanto descubro quien soy, por dónde surgen las afinidades, las diferencias. Hay que agudizar el ingenio para abrir un vínculo, cuando ni la lengua se comparte, sólo se trata de experimentar este simple humano que soy.

Con respecto a disociar lo que decimos de lo que hacemos a mi me preocupa en relación con los niños, asumo que los adultos podemos tomarlo como verborragia del otro, pero los niños no pueden, no saben. Déjame ponerte un ejemplo que lo explicará mejor.

Muchas veces cuando los niños hacen algo inadecuado y que calificamos "desproporcionadamente" como grave, como volcar un vaso de jugo sobre su ropa recién puesta, algunos ofuscados suelen decir - si serás tonto - o - siempre haciendo pavadas - El adulto sabe que eso no es así, que no es tonto y que no siempre hace pavadas, sólo fue un accidente que le pasa a todos, pero el niño no sabe. Ahora, si de niño te repiten estas calificaciones con suficiente énfasis y con suficiente frecuencia, no dudo que lograrán adultos tontos y que harán pavadas.

Según mi visión, para lograr ambientes amenos y distendidos hay que trabajar todos los días con uno mismo. Para vivir mejor se hace necesario conocernos y reconocernos en cada momento, aceptando el convite que nos hace la vida para mirarnos y propiciar un mundo mejor. Un grano de arena no hace la playa, sin embargo, a la playa la conforman una infinidad de granos de arena.



Si quieres vivir una vida plena, es imprescindible conocerte, conocer tu potencial, saber quien eres en verdad


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