domingo, 18 de julio de 2010

Mis comienzos como cineasta

Desde muy pequeña me llamó la atención lo relacionado con las imágenes, en casa había fotografías de mis padres cuando niños, ambos conservaban fotografías de ellos cuando niños, poco frecuente en la mayoría de las familias, y la práctica siguió con nosotras porque todos los años nos sacaban fotos, intuyo que estas cosas abonaron mi pasión, en cuanto al cine, por aquellos años además del nacional en los cines se exhibían películas extranjeras, de origen mexicano o español, por lo menos las que elegía mi madre y además preferentemente musicales, como las de Lolita Torres, Libertad Lamarque, Tita Merello, Virginia Luque, Hugo del Carril, por nombrar algunos cantantes argentinos o las de Joselito, Marisol, Sara Montiel, Miguel Aceves Mejías, Jorge Negrete entre los españoles y mexicanos.

Después vinieron las de Palito Ortega, Leo Dan, Violeta Rivas, Rocío Durcal ...

Dado el interés que mostraba por el mundo de las películas, un día me regalaron un proyector manual, - juguete inútil si los hay - uno tenía que hacer las películas con papel de calcar, como llamábamos entonces al papel transparente, para ello tenías que cortar una tira de unos dos o tres centímetros de ancho y en ese espacio diminuto dibujar, a mano por supuesto, escenas y personajes, GUAUUU que locura !, por buen dibujante que fueras, - que no era mi caso - resultaba una tarea titánica, más aún para una niña de diez u once años, y si lograbas armar algo, por ejemplo quince centímetros de largo, tenías que hacerla correr de una rueda a la otra del proyector, de modo tal que al pasar delante de la luz que salía por una perforación que había en el cuerpo de chapa y que remataba en una lente, proyectabas sobre una pared de colores claros el fruto de tus esfuerzos. Resulta evidente que tamaño esfuerzo no era para niños o niñas de esa edad, deseosos de aventura y conocimiento, de modo tal que muy pronto quedó arrumbado en un rincón de los juegos.

El tiempo pasó y mi interés se enfoco entonces a tomar fotografías, entretanto se iba instalando el uso masivo de la televisión, se crearon señales en ciudades cercanas, con lo cual se podía ver con nitidez varias horas al día, y poco a poco fue ganando su presencia en la mayoría de los hogares, entonces prácticamente desaparecía de mi casa, me instalaba en la casa de vecinos deleitándome con la programación de la tarde, hecho que enfadaba a mis padres puesto que opinaban que molestaba a esas familias. La cosa se solucionó cuando para mi cumpleaños trece me trajeron un televisor, como regalo para mis quince, porque un regalo importante era para acontecimientos importantes, sí se que suena disparatado, pero tiene su explicación, veamos.

Era costumbre en la familia, ante acontecimientos especiales, como la primera comunión, el cumpleaños de quince, finalizar un ciclo de aprendizaje, casamiento, ... hacer un regalo importante en valor económico por supuesto, así llegó el televisor a nuestra familia y por ello a los trece volví a instalarme en casa a mirar series, documentales, dibujos animados, películas ...

Al finalizar el secundario elegí una filmadora y claro con ella vendría el proyector para ver las pequeñas realizaciones que comenzaron siendo eventos familiares, como las navidades, la fiesta de fin de curso, los cumpleaños y luego siguieron los nacimientos, los bautismos, los cumpleaños, el comienzo de la escuela de los chiquitines y el ciclo que volvía a repetirse.

Allá y entonces llamaba filmadora a lo que hoy llaman cámara de vídeo, entonces no existía el término vídeo para lo doméstico, y en cuanto al tamaño de estas cámaras para filmar eran mucho más grande que las actuales, verás en el vídeo que agrego al final de esta entrada la apariencia y tamaño que tenían, por eso el término filmadora bien lo vale para marcar la diferencia.

Con aquella primer cámara, muda por supuesto, se abrió un mundo de posibilidades, las películas venían en tamaño de tres minutos de duración equivalente a quince metros de largo, así comencé a acumular rollos y rollos, se hizo tedioso proyectar uno a uno esos rollos, surgió la necesidad de contar con una empalmadora, que mediante un líquido pastoso unías los diferentes tramos o tomas, que por supuesto al poco tiempo se despegaban y por ello terminabas como al principio, eran por decirlo de algún modo "los gajes del oficio".

Al terminar mi carrera universitaria tenía para elegir una fiesta o un viaje, elegí viajar, recorrí ocho países de Europa y uno de ellos fue Alemania donde compré claro, una filmadora pero esta vez sonora y el proyector también para películas sonoras y sólo para super 8. Por las mismas razones que con la anterio se hizo necesaria la empalmadora aunque ésta hacia uniones en seco, para ello se utilizaba unos sticker que se proveían en sobres de diez o veinte unidades.

El tiempo siguió pasando y se volvió dificultoso conseguir películas, hacer el revelado, conseguir lámparas para los proyectores, en suma cada vez había que atender más a los inconvenientes y costos que a las realizaciones y sumando otras cuestiones de vida me aleje de esta afición.

Hace unos cuatro años encontré una cámara de fotos que además permite hacer pequeños vídeos digitales y entonces otra vez volví al ruedo, otra vez haciendo tomas por doquier y otra vez a disfrutar de esta pasión por hacer películas.

Para completar mi regreso a este mundillo hace un par de meses encontré y aprendí a usar un programa que permite unir vídeos, o conformar películas con fotografías o ambas cosas a la vez y además puedes agregar música o grabaciones de relatos propios a ellas, Guauuu esto sí que es bueno, otra vez en mi salsa y con resultados mucho más óptimos por la nueva tecnología.

En el vídeo que verás ahora abro la presentación con el proyector manual ( Cine Graf ) y prosigo con la primer cámara para filmar muda ( Comet S 8 ) que permite hacer tomas en ocho milímetros o super 8, los accesorios ( Empalmadora King 3 way spilter - visor de la cámara sonora - visor de diapositivas ), la lámpara para iluminar ambientes con poca luz ( Flectalux 1000 N ) y el proyector ( Magnon 800 ) para 8 milímetros o super 8, luego muestro la cámara de tomas sonoras (Chinon) que sólo permite utilizar películas super 8, el proyector ( Yelco Sound - modelo DS - 607M ) también sólo para reproducir super 8, la empalmadora en seco ( Hama S8 ) y finalmente los respectivos menúes que explican el modo de hacer las cosas.

Actualmente mi cámara es pequeñita pero me abrió un mundo de posibilidades, puedo captar la realidad y mostrarla con mi singular, ... particular modo.

Esta entrada la hice para ilustrar con imágenes como eran y que vivencias atravesábamos, en el siglo pasado, los que nos aventurábamos a ser realizadores amateur de películas.



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